Los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) pidieron hoy en Managua el pronunciamiento urgente del Consejo de Derechos Humanos (CDH) de Naciones Unidas sobre el golpe de Estado en Honduras.
Los embajadores de Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela en la sede alterna de la ONU esta ciudad suiza, manifestaron su absoluto rechazo y condena al uso de la fuerza militar para sacar del poder al presidente hondureño, José Manuel Zelaya.
Al mismo tiempo, solicitaron las declaraciones al respecto del presidente de turno del CDH, Alexa Van Meeuwen, y de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navanethem Pillay.
Los integrantes del ALBA hicieron la petición "ante la grave situación que se vive en Honduras, como consecuencia del golpe de Estado militar gestado contra el legítimo gobierno del presidente de ese país, con la complicidad de algunas instituciones públicas".
Señalaron, además, la ruptura del hilo constitucional y el atentado contra la democracia en Honduras y expresaron el repudio "a los atropellos y violaciones a los derechos humanos que se están llevando a cabo contra el pueblo hondureño".
De otro lado, denunciaron que los hondureños son víctimas de las fuerzas promotoras del golpe de Estado, que procedieron a secuestrar y expulsar al mandatario del territorio de su país, manteniendo aislada a la población con el establecimiento de un toque de queda.
Por último los diplomáticos del ALBA en Ginebra explicaron que los golpistas interrumpieron el servicio de energía eléctrica, de telefonía y coartan el derecho a la información sobre el panorama actual de la nación centroamericana.
Se dio el cierre arbitrario de los medios de comunicación del Estado y de estaciones de radio en la capital; amenazas de los periodistas nacionales e internacionales que cubren estos hechos, y se teme un derramamiento de sangre, sentenciaron.
Los embajadores de Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela en la sede alterna de la ONU esta ciudad suiza, manifestaron su absoluto rechazo y condena al uso de la fuerza militar para sacar del poder al presidente hondureño, José Manuel Zelaya.
Al mismo tiempo, solicitaron las declaraciones al respecto del presidente de turno del CDH, Alexa Van Meeuwen, y de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navanethem Pillay.
Los integrantes del ALBA hicieron la petición "ante la grave situación que se vive en Honduras, como consecuencia del golpe de Estado militar gestado contra el legítimo gobierno del presidente de ese país, con la complicidad de algunas instituciones públicas".
Señalaron, además, la ruptura del hilo constitucional y el atentado contra la democracia en Honduras y expresaron el repudio "a los atropellos y violaciones a los derechos humanos que se están llevando a cabo contra el pueblo hondureño".
De otro lado, denunciaron que los hondureños son víctimas de las fuerzas promotoras del golpe de Estado, que procedieron a secuestrar y expulsar al mandatario del territorio de su país, manteniendo aislada a la población con el establecimiento de un toque de queda.
Por último los diplomáticos del ALBA en Ginebra explicaron que los golpistas interrumpieron el servicio de energía eléctrica, de telefonía y coartan el derecho a la información sobre el panorama actual de la nación centroamericana.
Se dio el cierre arbitrario de los medios de comunicación del Estado y de estaciones de radio en la capital; amenazas de los periodistas nacionales e internacionales que cubren estos hechos, y se teme un derramamiento de sangre, sentenciaron.
fuente-Radiomoron
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