La fuerza internacional de asistencia a la seguridad de la OTAN (ISAF) mató al menos a 33 civiles en un bombardeo aéreo en Afganistán creyendo atacar a talibanes, según ha declarado el lunes el portavoz del ministerio afgano del Interior.
Los aviones de la ISAF dispararon contra tres vehículos el domingo en la mañana en la provincia de Oruzgan, precisó el portavoz, Zemaraï Bashary.
"Según los primeros informes, 33 civiles fueron muertos en los ataques, entre los cuales mujeres y niños, y otros 14 resultaron heridos", precisó. Responsables de la ISAF se limitaron a indicar a la AFP que sus equipos investigaban sobre esta información.
La semana pasada siete policías murieron en una de estas ofensivas sumándose a otros 12 civiles muertos en Helmand por las mismas circunstancias. La ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad) también ha dado parte de bajas civiles, con cinco fallecidos en la provincia de Kandahar.
La onU ya ha pedido a las partes en conflicto que eviten las bajas civiles y respeten al personal humanitario que se ha desplegado en la zona para atender a los desplazados a causa de la ofensiva.
El enorme operativo en el sur de Afganistán, con 15.000 efectivos desplegados, pretende proteger en mayor medida a la población civil, y se ha impuesto el control por tierra y puerta a puerta frente a los ataques aéreos, menos selectivos.
En la memoria colectiva permanece el triste recuerdo del ataque a Faluya, en Irak, en noviembre del 2004, en el que perecieron cientos de civiles en un ataque masivo, que provocó más de 200.000 desplazados.
Se calcula que entre los 80.000 habitantes de la zona, que lleva cinco años bajo control talibán, habría alrededor de 1.000 insurgentes camuflados.
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