El jueves pasado, el dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Martín Esparza, planteó al titular de la Secretaría de Gobernación, Fernando Gómez Mont, que ante la crítica situación de fallas y suspensión del servicio de energía eléctrica en casi 60 colonias del Distrito Federal y de otros estados, los trabajadores que representa están dispuestos a resolver las urgencias, y colaborar en cuadrillas de manera temporal. Esparza explicó a los funcionarios federales que la propuesta del SME se realizaría de manera independiente al conflicto legal entre este gremio y el gobierno, con la finalidad de resolver el problema que enfrentan los usuarios del servicio, las afectaciones económicas que se están teniendo por esta situación y prevenir un posible colapso eléctrico en la región central del país.
Gómez Monnt se comprometió a exponer la propuesta del SME con la secretaria de Energía, Georgina Kessel, para darle una respuesta a esta organización. En un comunicado posterior, sin hacer referencia a la propuesta, Gómez Mont informó que se establecerán tres mesas temáticas en los ámbitos económico-laboral, social y asuntos agrarios y del campo (¿?).
Su respuesta lo único que demuestra es que el gobierno federal no tiene voluntad de resolver los graves problemas que enfrenta la población afectada por los innumerables cortes de luz, no sólo ante la tragedia ocurrida por las lluvias sino desde que decretó la extinción de Luz y Fuerza del Centro.
En este momento crítico, el problema para Calderón no es la gente sino que las cuardrillas de trabajo que ofrece el SME vengan a confirmar la eficiencia de su trabajo y lo absurdo de reemplazarlos con trabajadores improvisados que la CFE contrata con bajísimos sueldos y sin prestaciones.
Qué ironía, los trabajadores capaces de sacar adelante los problemas del suministro eléctrico, llevan una semana instalados en un campamento en el Zócalo para exigir al gobierno una solución al conflicto, mientras miles de personas, negocios y empresas están pasando por una terrible situación que el gobierno federal insiste en prolongar.
Ayer leí en La Jornada (colaboración de Fabiola Martínez y Ángel Bolaños) que la Coordinación General de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación dictaminó DESASTRE NATURAL lo ocurrido en el Estado de México, y EMERGENCIA en el D.F., al que ofreció recurso para atender las necesidades alimenticias, de abrigo y de salud de la población que resultó afectada. En ningún momento se habló del reestablecimiento del servicio eléctrico.
Para el DESASTRE NATURAL en el Estado de México, además de los recursos procedentes de la declaratoria de emergencia puso a disposición 43.1 millones de pesos con cargo a la figura de “Apoyos Parciales Inmediatos” del Fonden, situación que según el gobierno federal no ha ocurrido en el caso de la capital del país.
Marcelo Ebrad expresó que no entrará en debate por tal situación, ya que considera que este tipo de diferencias con la dependencia federal “es crónico”, y sería una falta de seriedad no concentrarse en atender los problemas de la gente.
Todos sabemos por experiencia que los recursos económicos que el gobierno federal destina para “ayudar” a la población siempre llegan a los bolsillos de funcionarios corruptos, así que no importa lo que destine a una entidad o a otra, lo realmente importante en estos momentos es estar cerca de la gente y ayudar con lo que se tiene a la mano.
En el D.F. se ha desbordado la ayuda y el apoyo de los colaboradores de Marcelo, personal de todas las dependencias está acudiendo al sitio de las inundaciones y mostrando solidaridad con la gente y con su Jefe de Gobierno.
Así ocurrió en el terremoto de l985, antes de la ayuda del gobierno que se paralizó, la gente salvó a la gente.
Ahí están los solidarios compañeros del SME ofreciendo su ayuda sin condición, pero este gobierno espurio cerrado y prepotente, igual que sus antecesores priístas, no piensa en la gente, no piensa en el país, no piensa en nada que no sea protegerse a sí mismo.
fuente- SDP noticias
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