Hubo un tiempo en el que todo era bueno. Un tiempo feliz en el que nuestros dioses velaban por nosotros. No había enfermedad entonces, no había pecado entonces, no había dolores de huesos, no había fiebres, no había viruela, no había ardor de pecho, no había enflaquecimiento. Sanos vivíamos. Nuestros cuerpos estaban entonces rectamente erguidos. Pero ese tiempo acabó, desde que ellos llegaron con su odio pestilente y su nuevo dios y sus horrorosos perros cazadores, sus sanguinarios perros de guerra de ojos extrañamente amarillos, sus perros asesinos. Bajaron de sus barcos de hierro: sus cuerpos envueltos por todas partes y sus caras blancas y el cabello amarillo y la ambición y el engaño y la traición y nuestro dolor de siglos reflejado en sus ojos inquietos nada quedó en pie, todo lo arrasaron, lo quemaron, lo aplastaron, lo torturaron, lo mataron. Cincuenta y seis millones de hermanos indios esperan desde su oscura muerte, desde su espantoso genocidio, que la pequeña luz que aún arde como ejemplo de lo que fueron algunas de las @ grandes culturas del mundo, se propague y arda en una llama enorme y alumbre por fin nuestra verdadera identidad, y de ser así que se sepa la verdad, la terrible verdad de cómo mataron y esclavizaron a un continente entero para saquear la plata y el oro y la tierra. De cómo nos quitaron hasta las lenguas, el idioma y cambiaron nuestros dioses atemorizándonos con horribles castigos, como si pudiera haber castigo mayor que el de haberlos confundido con nuestros propios dioses y dejado que entraran en nuestra casa y templos y valles y montañas. Pero no nos han vencido, hoy, al igual que ayer todavía peleamos por nuestra libertad.
Hoy como ayer, el IMPERIALISMO está PRESENTE en el 12 de octubre
Como cada 12 de octubre, los burgueses espanolistas y criollos celebran sin sonrojarse ni caérsele la cara de vergüenza, la colonización, masacre e ignominia de América y Canarias, entendiéndolo ellos como un encuentro entre dos culturas, cuando en realidad lo que fue es una salvaje colonización y un acto de barbarie en contra el desarrollo natural y pacífico de los pueblos del mundo.
Los colonialistas-imperialistas, tanto hoy como ayer, siguen actuando de la misma manera, ayer en Canarias y América y hoy en Irak y Afganistán, por no seguir nombrando los mas de 40 países que son agredidos cada día por el imperialismo.
La llamada España, con su monarquía al frente, tratan de vender a los pueblos de América y Canarias el 12 de octubre como un encuentro entre culturas, cuando lo que de verdad sucedió fue el espolio y el genocidio de los pueblos de otros lugares y continentes, cometidos por la llamada España y su vergonzosa monarquía parasitaria, igual de parasitaria que los políticos que nos gobiernan.
El asesinato que supuso la ocupación y colonización de los pueblos de Canarias y América lo presentan los burgueses colonialistas españoles como día de la “hispanidad”, cuando todo el mundo sabe que a los 100 años de la llegada del invasor español, más de 50 millones de personas hombre, mujeres y niños fueron aniquilados por la explotación inhumana ejercida por el colonialismo.
Para el pueblo canario y los pueblos americanos el 12 de octubre es día de luto, no de celebraciones. La historia nos deja claro lo que fue la conquista. Si España fuera un estado realmente civilizado y democrático intentaría pedir perdón a los pueblos de América y Canarias por los crímenes que en su nombre se cometieron en el pasado, no seguir con erre que erre manteniendo una celebración vergonzosa, como si fuera las fiestas de los toros o la tirada de una cabra desde un campanario.
Los propios colonialistas reconocen su salvajismo. Lo que fue la conquista demuestra que solo la codicia fue el único móvil que impulsó el viaje de Colón y sus posteriores sequitos.
Los vikingos, tanto que los han catalogados de bárbaros, llegaron antes que los españoles al Continente Americano, pero no festejan sus descendientes de los países Escandinavos, su paso y estancia en America. “El chovinismo españolista es tan rancio que hasta se creen ellos los descubridores de un “nuevo mundo”.
La mascarada practicada por los que ostentan el poder en el Estado Español es tal, que sus propias mentiras han llegado a creérselas, una forma de mantener escondidas sus vergüenzas y que nadie se las recuerde.
Para los más de 40 millones de descendientes de los antiguos habitantes de América y para los canarios que nos sentimos guanches-bereberes, la España de toros y castañuelas no nos engaña. Nosotros tenemos claro lo que realmente representa el 12 de octubre, los pueblos no olvidan, y los crímenes contra la humanidad y la barbarie es difícil de ocultar.
Los gobernantes españoles deberían entender que solo con una rectificación en sus planteamientos, asumiendo la verdadera historia, podrán ser algún día libres de sus fantasmas. El día que esto suceda, será el día del verdadero encuentro entre culturas.
¡CANARIAS, INDEPENDENCIA Y SOCIALISMO!
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