miércoles, 21 de octubre de 2009

La aplanadora PRI-PAN se impone en San Lázaro



Enrique Méndez y Roberto Garduño

La demanda de 16 diputados del PT y del PRD por echar abajo los impuestos aprobados por la Comisión de Hacienda la madrugada del martes, retrasó el proceso legislativo en la Cámara de Diputados para votar la ley de ingresos y el paquete fiscal 2010. Después de la medianoche, y luego de dos recesos, arrancó el debate en el cual Alejandro Encinas expresó su rechazo tajante a nuevos gravámenes y al aumento del IVA a 16 por ciento y a 30 por ciento al ISR, acordados por el PRI y Hacienda.
“No estamos de acuerdo porque se dejaron intocados los privilegios de las grandes empresas y hoy un trabajador con más de 6 mil pesos de salario pagará 8 por ciento más, y los empresarios sólo 1.6 por ciento de sus grandes ganancias”, reprochó.
El proceso para sacar avante la aplicación de más gravámenes, impulsados por la Secretaría de Hacienda y el PAN, y avalados por el PRI, se convirtió desde el lunes en el más tortuoso desde 1997, año el que el tricolor perdió la mayoría y con ello las votaciones a modo en el Congreso.
El avasallamiento que aplicaron el PRI y el PAN en la Comisión de Hacienda contra PRD, PVEM, PT, Convergencia y Nueva Alianza, al acompañar la propuesta de Felipe Calderón con la que se establecen más impuestos, generó el descontento de esas fuerzas políticas que reclamaron el riesgo en que se coloca a la población al exigirle más tributación.
Y fue la bancada del Partido del Trabajo, que el lunes había decidido tomar la tribuna para protestar contra los nuevos gravámenes, la que anticipó el paso y, desde las tres de la tarde, evitó que continuara la sesión ordinaria. El presidente de la mesa directiva, Francisco Ramírez Acuña, abrió un primer receso, que concluyó hasta las 23:08, cuando se reanudó la sesión entre gritos de los petistas: “¡PRI y PAN verdugos del pueblo!”
También, el PRI jugó con una variante en la Comisión de Hacienda durante la madrugada del martes, al presionar a los perredistas Armando Ríos Piter, Guadalupe Acosta Naranjo, Vidal Llerenas, José Narro y su asesor Juan Guerra Ochoa, para que en el debate de los dictámenes dejaran de cuestionar los amarres que el tricolor había aceptado con el gobierno de Felipe Calderón para subir a 16 por ciento la tasa del IVA, entre otros incrementos.
Llegó a tal extremo el enojo de los priístas, que a las cinco de la mañana de ayer, antes de iniciar la discusión en torno al artículo 244-E de la ley federal de derechos –que favorece a las empresas de telecomunicaciones–, Oscar Levín Coppel, presidente de la Condusef en el gobierno de Vicente Fox, perdió el control y se acercó a los perredistas para espetarles: “¡Toda la noche nos han llenado de mierda!”
El exabrupto de Levín se repitió cuando su compañero Sebastián Lerdo de Tejada se reservó el artículo 3 de la ley de ingresos para dejar en cero pesos el techo de endeudamiento del Gobierno del Distrito Federal. Levín se acercó de nuevo a los perredistas, y cuando Juan Guerra intentó saludarlo de mano, el priísta se echó atrás y le dijo: “Ahora sí van a comer mierda ustedes, ¡cabrones!”
El PRI abrió un segundo flanco con el PRD porque, de aprobarse su propuesta de cero endeudamiento para la capital, se frenarían obras como la de la línea 12 del Metro, ampliación y mantenimiento de la red de agua, entre otras.
De inmediato, el presidente del PRD, Jesús Ortega, y el coordinador de la bancada perredista, Alejandro Encinas, calificaron de inaceptable la propuesta del PRI. Tras un receso en la comisión, Lerdo de Tejada reculó y en acuerdo con Roberto Gil, del PAN, propuso que el techo de endeudamiento quedara en 5 mil millones.
En esas condiciones, el PRD decidió participar en el debate de los ocho dictámenes aprobados en la Comisión de Hacienda y, después de la toma de la tribuna, la dirigencia del sol azteca emitió un comunicado para aclarar que decidió no participar en esas acciones.
“Es necesaria esta definición debido a que un grupo de diputados tomó la tribuna y, quienes siendo parte del PRD participaron en esta acción, lo están haciendo estrictamente a título personal y al margen del acuerdo antes expuesto”, aseguró.
Decretado el receso, los representantes del PT comenzaron a desplegar pancartas y pegaron mantas en las paredes del recinto y en la tribuna, en las que se leía: “¡Calderón, eres el verdadero peligro para México!”, “No más privilegios fiscales a los protegidos del PRIAN”, y “PRI y PAN verdugos del pueblo”.
Óscar González Yáñez (PT) explicó que la determinación de ocupar pacíficamente la tribuna obedeció a que ni la presidencia de la Cámara de Diputados ni la Secretaría de Hacienda entregaron la información requerida de manera urgente sobre las 400 grandes empresas que pagan mínimos impuestos. “Para retirarnos solicitamos que nos entreguen los documentos. El lunes lo decidimos. Somos los diputados más cercanos a Andrés Manuel López Obrador y al movimiento que él encabeza. Pero el acuerdo era ocupar la tribuna cuando iniciara el debate fiscal, no antes”.
Se acercaba la medianoche y la preocupación de muchos diputados se acrecentó por el cercano vencimiento del plazo constitucional para aprobar la ley de ingresos, y los diputados del PT y los pocos del PRD mantenían su protesta.
A las 23 horas, un grupo de diputados panistas formó una valla al pie de la tribuna, donde se instaló una mesa desde la que, 8 minutos después, Ramírez Acuña reinició la sesión. En medio del griterío de los petistas, que mostraron un fotomontaje de la roqueseñal con las imágenes de Calderón, Carlos Salinas y Enrique Peña Nieto, el panista presentó una modificación al orden del día para dar entrada al paquete fiscal e iniciar su discusión. Aclaró en cuatro ocasiones que la sesión correspondía a la del 20 de octubre, y de ahí implícitamente se aplicó la figura de reloj parlamentario, de tiempo indefinido.
Se presentó el dictamen de la ley de derechos en materia del régimen fiscal de Pemex, y se pidió a los grupos presentar oradores. Pero era tal la confusión por los gritos de “¡no más impuestos!” de los petistas, y la escasa capacidad para dar forma a la sesión, que Ramírez Acuña, en consulta con los coordinadores, se vio obligado a decretar un nuevo receso a las 23:23.
Francisco Rojas, coordinador del PRI, advirtió que la falta de condiciones para sesionar podría obligar al retiro de los diputados, y si no se aprobaba la ley de ingresos sería responsabilidad “de quienes tomaron la tribuna por la fuerza”.
Diez minutos después de la medianoche, un grupo de diputadas del Partido Acción Nacional sorprendió a los petistas y se hizo de la tribuna. Esto facilitó reiniciar la sesión. No obstante, los petistas insistieron en el repudio al alza de impuestos y el debate comenzó a las 00:20 desde las curules.

fuente- la jornada

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