domingo, 8 de noviembre de 2009

La (contra) revolución permanente


El diario Publico ha editado la obra clásica de Trotsky en unos tiempos (todavía) de contrarrevolución permanente.
Conviene recordar que esta reedición se inserta en un proceso de reconocimiento mucho más amplio. En muy poco tiempo se han vuelto a editar otras obras suyas (Mi vida, en Cátedra; Historia de la revolución rusa, en Veintinueve letras), ya hemos hablado de las biografías, de la reedición de la trilogía de Deutscher, del trabajo de Liz…También habría que hablar de literatura, especialmente de El hombre que amaba a los perros, de Leonardo Padura (Ed. Tusquets, Barcelona), sobre el que habrá que hablar. En este pequeño cuadro habría también que incluir el Trotskismos, de Daniel Bensaïd, así como las ediciones de autores afines como Andreu Nin, Victor Serge (el Destino de una Revolución está a punto en Libro de la Frontera)…
En el “blog” han aparecido informaciones complementarias sobre las ediciones de La revolución permanente por estos lares. La lejana de Fundamentos dentro de su línea de “obras escogidas” de Lenin, Rosa Luxemburgo, el Che, etc, y la más reciente da la Fundación Engels. Esta aportación teórica, lejos de ser una exclusiva de lo que se ha venido a llamar “trotskismo”, resulta ser un punto neurálgico en toda la historia social, comenzando por la premisa expresada por Saint-Just según la cual “toda revolución que se queda a mitad de camino cava su propia fosa”. Ha servido como hipótesis a los historiadores de la revolución inglesa, provocó un enconado debate entorno a la francesa (animado por Daniel Guérin). Esta importancia nes inherente a un aspecto central de la teoría, a saber: al miedo por parte de la burguesía liberal de ser desbordada por el movimiento obrero y popular.
Sin recurrir a esta teoría no se puede comprender que países socialmente atrasados como Rusia, Yugoslavia, China o Cuba, rompieran con cualquier liderazgo burgués, y se plantearan abordar las taras socialistas. Otra cosa es que, en las condiciones concretas en que lo hicieron, pudieran llevarlo a cabo. Globalmente, se puede hablar de un primer ensayo del que subsiste únicamente el de Cuba, y su principal problema ha sido su aislamiento. Uno de los motivos determinantes en la estrategia golpista made in USA en América Latina, fue la de mantener esta situación.
En la Rusia de 1917, la ruptura con el Gobierno Provisional se justificó como la “ruptura” del primer eslabón de la cadena imperialista, o sea como “prólogo” de una revolución internacional. Sí esto ya era un desafío de la lógica “marxista” tradicional (Gramsci dijo que la revolución fue contra El Capital), después de los desastres causados por la guerra civil (un factor objetivo determinante del que se suele prescindir, como si los bolcheviques pudieran haber escogido “modelos” democrático y/o libertaros al margen de estas circunstancias que dejaron el país al borde del abismo), loso obstáculos eran insalvables.
Fue Lenin quien tuvo más clara conciencia de estos obstáculos derivados de la suma del atraso y desastres de las guerras. De ahí que propusiera la NEP, y que llevara a cabo una crítica sistemática del Estado que se estaba construyendo. La maniobra de los “viejos bolcheviques” de entonces (Zinóviev, Kamenev, Bujarin, stalin), fue deslazar el debate…a los conflictos del exilo antes de la revolución de febrero, y luego de crear una culto y una doctrina “leninista” a la medida de sus propias exigencias. En el caso de Stalin se trató de emplear el arsenal teórico de los otros tres para erigirse en “el Lenin de hoy”, o sea un Lenin fuera del tiempo, convertido en un icono utilizable como él mismo denunciara en el prólogo de El Estado y la revolución, obra de próxima edición también en Público. En su momento, ya hablaremos sobre este libro.
Parece que hay amigos que consideran que toda estas cuestiones son agua pasada, y lo único que importa es el presente aunque este se manifieste con la pobreza teórica que en el campo del independentismo se su suple con el entusiasmo juvenil, pero lo cierto es que los cambios sociales y políticos cuando se quieren hacer desde abajo, obligan tanto a crear movimiento como a desarrollar propuestas programáticas lo más avanzadas y correctas posible….
Aparte de todo esto, de lo que no hay duda es que esta reedición popular (que llevará el libro donde nunca antes había llegado), se hace casi ochenta años después de su escritura. Desde entonces han pasado muchas cosas, entre ellas una guerra mundial que puso el mundo boca abajo, y más recientemente, una restauración conservadora que se ha llevado por delante todo el sistema del mal llamado “socialismo real”, que ha desarbolado lo que quedaba de socialdemocracia, y dejad malparados a los movimientos “tercermundista”. O se hace en una fase histórica de “contrarrevolución permanente”…
Esta terrible realidad (la que determina que cuando existen las condiciones objetivas más desarrolladas para la liberación, esta llegó a parecer totalmente inalcanzable y el desastre de la izquierda oficial y sindical es que se adaptado a esta derrota), no se explica sin entender algunas consideraciones como las siguientes:
---1. La historia del siglo XX se puede resumir como la historia de las revoluciones traicionadas (Albert Camus)…La Rusia soviética que “planteaba” (Rosa Luxemburgo), el inicio del proceso revolucionario, rompió el eslabón más débil de la cadena imperialista, pero partía de unas condiciones objetivas internas muy atrasadas y agravadas por una suma de guerras que diezmaron la industria, a la clase obrera, y creó las bases de un proceso de degeneración burocrática que tuvo sus notas más terribles en la represión interior (especialmente acentuada entre 1932 y 1939), y una política exterior que subordinaba los fines del movimiento obrero a las exigencias propias de la URSS…
---2. Después de numerosas crisis sociales (España 1934-1937), la revolución fue derrotada en el Occidente capitalista, pero siguió un curso periférico (China, Yugoslavia…), y ulteriormente, en el Tercer Mundo: Argelia, Cuba, Vietnam. En 1989 este ciclo se cierra, y únicamente permanece en pie, aunque con muchos problemas: Cuba. Una apreciación general no demuestra que las revoluciones sociales tropiezan con mayores dificultades que las revoluciones burguesas…La burguesía ya era hegemónica, la clase obrera está más sometida, y la burguesía cuenta con medios muy fuerte, la represión despiadada (el fascismo), o la corrupción a través de las instituciones y los sindicatos burocratizados.
---3. El ciclo revolucionario clásico (abierto, con mayorías y minorías socialistas), se cierra con la revolución española, concretamente en 1937…El final de la II Guerra Mundial demuestra que, a pesar de que le desastre civilizatorio ha sido mucho mayor que en 1914-1918, todo está atado por los aparatos: socialdemócratas (que se atan al “mundo libre”), o comunista burocrático de los partidos comunistas tradicionales que, de un lado practicaron el reformismo del programa mínimo, y de otro, hacían la referencia tradicional a la Octubre de 1917 y al modelo soviético. Esta dualidad comenzó a entrar en crisis después de que los tanques rusos invadieran Checoslovaquia en 1968
---4. El ciclo que sigue la II Guerra Mundial, comenzó a entrar en crisis en los años sesenta con las revoluciones anticoloniales y con la ola obrera-estudiantil de los mayos. Este movimiento apuntaba por igual contra el capitalismo, contra el imperialismo y contra la burocracia, luchar por el Vietnam era también protestar contra los tanques en Praga. Sin embargo, este movimiento declinó en la segunda mitad de los años sesenta, y tuvo su epílogo en la revolución sandinista. Las décadas siguientes son de total iniciativa neoliberal, sobre todo desde que el “socialismo real” se desploma bajo el peso de sus propias ignominias. Aún estamos padeciendo las consecuencias de este desastre.
Esta fase no ha acabado, ni mucho menos. La diferencia empero radica en que ya hemos dejado de correr, y ahora empezamos de nuevo. Las movilizaciones contra el neoliberalismo, el proceso abierto en América Latina, etc, contribuyen a crear un nuevo ambiente en el que se expresan avances significativos de la izquierda-izquierda, un tema sobre el que los lectores cuentan con buenos análisis, baste mencionar el reciente artículo del “Bensa” en El País, Emerge una nueva izquierda…En ausencia de una contraofensiva a la altura de las circunstancias, la contrarrevolución neoliberal puede seguir haciendo de las suyas aunque ya no se trata de un paseo como lo era en los tiempos de Bush.
En este nuevo contexto, resulta muy importante reconsiderar todos los errores y horrores cometidos en nombre de la clase obrera, y entonces sucede como en la historia de la Iglesia (que, por citar un ejemplo, cita al padre Las Casas para hablar de América Latina cuando se trató de una verdadera excepción): que menos mal que nos quedan los herejes…Nuestra lista es larga, es la tradición abierta, intelectual y horizontalista del socialismo antiburocrático, el que devuelva la palabra a la clase, a los debates, a la acción y al estudio
En ese terreno, nombres como el de Trotsky adquieren una especial relevancia, por su relación con las revoluciones de 1905 y 1917, pero sobre todo por su radical posición al estalinismo…Esto no significa que Trotsky esté fuera de la historia, su trayectoria siempre fue cuestionada, incluso or algunos próximos, y en ella hay momentos más polémicos. Pero decir Trotsky=Kronstadt es como decir Bakunin=Netchev…
En mi artículo anterior trataba de decir cuatro cosas sobre la edición de La revolución permanente en el diario Público, un pretexto como otro cualquier para insistir en un apartado central del legado sobre el que se han ofrecido en el “blog” añadiduras y precisiones que justifican su apertura cuando, dada la basura vertida normalmente cuando alguien trata sobre Trotsky y el mal llamado “trotskismo”…Resumiendo:
Este debate tiene que tener en cuenta un factor: la historia de la revolución ha sido –repetimos- mucho más ardua y compleja de lo que preveían los clásico…
Pero aquí ahora, ¿de qué estamos debatiendo?.
De nuestra historia inmediata, de nuestra impotencia.
Afortunadamente, hay señales poderosas de que esta historia está cambiando, y hay países que social y políticamente están avanzando, Francia, Portugal, Alemania…
El caso del Bloque portugués es muy sintomático. Toda una lección para nosotros. Allí donde “trotskistas”, exmaoistas que habían hecho su lectura crítica de la caída de la “banda de los cuatro”, e independientes, lograron unificarse y apuntalar un punto de encuentro. Algo así pudo suceder aquí entre finales de los sesenta, principios de los ochenta.
No fue otra cosa lo que algunos y algunas creímos que podrían hacer el MCE y la LCR, pero el primero se hizo el “hara-kiri”, y sus dirigentes prefirieron que “sus bases” se fueran a casa antes de seguir el camino…
Este fracaso nos ha creado una bolsa de tiempo perdido que hay que recuperar. Hay que escapar del círculo vicioso de una política institucional en la que todo está atado y bien atado. Tenemos que trabajar con los mejores instrumentos posibles por una alternativa desde abajo al capitalismo y a sus gestores. En ese trayecto habrá muchos encuentros y reencuentros.
La puerta ya está abierta.

Posdata. En toda esta discusión militante, desarrollada a todos los niveles posibles, no cuentan los residuos más impresentables del estalinismo.
Con gente que se ha quedado en la cuneta de la historia. No he querido que cierren el “blog” porque junto con la paja también hay suficiente trigo, y se trata de avanzar por todos los medios abiertos en debates serios y fraternales, pienso que para eso trabaja básicamente Kaosenlared. Este estalinismo residual me ha acompañado desde que empecé a trabajar en esta Web, pero mucha gente que se dedicaba a denigrar y a repetir fórmulas muertas de la “Historia Sagrada” de stalin y Mao, se ha ido quedando atrás. Era, es, gente que no conseguirá ni tan siquiera levantar una bandera propia en un cortejo, la cosa no da para tanto, si acaso para mostrar la fidelidad a algún grupo o líder que todavía sigue creyendo que representa la “historia proletaria” frente a la “historia burguesa” y a revisionistas y/o trotskistas. Está claro que no es posible ninguna discusión ya que, para colmo, ni tan siquiera leen lo que maldicen.
Por lo tanto, ya que el “blog” abierto conlleva esta servidumbre, se trataría de aprovecharla, y en mi modesta opinión, dejar de lado todo lo que no se levante del suelo, todo lo que repita la enésima copia de argumentos podridos. Así es que los Sade, Gramciez, Granados, etcétera, sigan con lo suyo, no hay que quemarse la sangre. Al margen, discutamos entre todos y todas los que tengan algo digno que decir desde cualquier punto de mira. Todos son de interés si son serios y fraternales.
fuente- kaos en la red

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