Desde hace varios años –mucho más que dos, como dijera el poeta- llegan a mi, a través de listas de correo electrónico, en correos personales y ahora, tras la saga de los comentarios en blogs y publicaciones digitales, el supuesto de que Cuba no permite la salida de los cubanos del país… me viene a la mente la asombrada pregunta que me hiciera en un boliche de Palermo Chico, en Buenos Aires, una señora, al oírme hablar de La Habana: ¿Usted vive en Cuba?. Si, fue mi respuesta, a lo que ella, poniendo ojos como platos, me preguntó al borde del coma: ¿Y por donde salió??? No pude menos que reírme y contestarle: ¡¡Por el aeropuerto!!, con lo que logré que la infeliz casi saliera corriendo, apenada.
Hay decenas de anécdotas, hay decenas de casos que pudiera relatarle al hermano que me pidió este muy personal análisis: desde la cubana que se regresó de México porque su hijo, que casara con una mexicana, no consiguió visa de entrada a ése país, o los numerosos requisitos que debió cumplir una amiga, novia de un italiano -al que no le daba la mano en la calle, para que no creyeran que era jinetera, sólo porque era una negra hermosa- para lograr que le dieran la visa italiana… O las tres veces que acudi a la Oficina de Intereses de los USAdos, para que una y otra vez me negaran la visa, porque dos veces resulte posible inmigrante y la otra peligro para la seguridad nacional de los Estados Unidos… claro, a la tercera fue la vencida porque al preguntarles, achacaron la negativa de la visa al “gobierno cubano”… y ahí mismo le dije mentirosos y me fui, dejándo al funcionario con la palabra en la boca y con las ganas al marine gigantesco que se me venía encima jejejejeje.
Me preguntaba el hermano del por qué de los balseros, me contaba que le daba rabia cuando le decían que nadie tomaba una balsa para regresar a Cuba… y creo que hay algunas cosas que podemos conversar sobre este tema, cosas que otros antes que yo han tratado con mucha mejor facundia y análisis, pero que trataré de resumir para él.
En su excelente trabajo titulado “Dicen que en Cuba la población huye del país”, el video-bloguero cubano Adonis Subit Lamí expresa: “En 1958 Cuba se encontraba en el lugar número dos entre los países que emitían emigración hacia Estados Unidos, sólo superado por México. Si se revisa el sitio Web del INS (Immigration and Naturalization Service) se encontrará a Cuba en el octavo lugar a pesar de estos 49 años, a pesar de toda la manipulación del tema” [1]
Aquí Video en http://lapolillacubana.nireblog.com/post/2009/11/25/cuba-una-isla-en-medio-de-un-mar-de-desinformacion
http://www.gacetadejagua.cu/contracuba/general/discurso-alarcon-residentes-en-el-exterior/discurso-alarcon-cubanos-en-el-exterior.pdf
(Cortesía Adonis Subit Lamí)
No muy lejano el 1º de enero de 1959, fecha paradigmática de la Revolución triunfante, comienzan los actos de fuerza del gobierno norteamericano contra Cuba: sólo diez días después del triunfo, el embajador yanqui renuncia a su cargo, y a partir de ese momento, se van sucediendo durante todo ese año y los siguientes, actitudes, amenazas y actos en contra del normal desarrollo de los procesos de gobierno cubano y que dejan avizorar cómo se irían desarrollando las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. A finales del mes de agosto de este mismo año, las compañías de electricidad subsidiarias de monopolios norteamericanos, cancelan los financiamientos previstos para Cuba, como respuesta intimidatoria por la reducción del 30% de las tarifas de electricidad decretadas por el gobierno revolucionario y sólo unos días después, un funcionario de la Casa Blanca insinúa la posibilidad de inicial un bloqueo gradual a la Isla .
Al siguiente año se realizan en Washington una serie de reuniones para planificar golpes contra la economía cubana y recabar el apoyo del resto de los gobiernos latinoamericanos para limitar la creciente influencia de la Revolución y su carismático líder. Ya en esas reuniones comienza a generarse el embrión de la continuada -y aún vigente- campaña de desinformación sobre Cuba, al promover la salida al aire de una emisora de onda corta media para generar información contra Cuba. Hoy se continúa dicha provocación, en las emisoras Radio y TV Martí.
Comienzan casi inmediatamente los actos de terrorismo contra Cuba, jugando “al fuerte”: el 4 de marzo 1960 se realiza el sabotaje al vapor La Coubre, donde murieron decenas de personas inocentes.
En Julio de 1960, Fidel hace un análisis de los ataques que Estados Unidos ya había implementado contra la Isla y de las campañas de difamación que buscaban enturbiar la imagen de la revolución, aislarnos del resto de Latinoamérica y asustar a los turistas, llegando a aconsejar a los ciudadanos de los Estados Unidos de no viajar a Cuba; en octubre el Departamento de Comercio de los Estados Unidos prohíbe los embarques de una gran variedad de mercancías a Cuba y en enero del siguiente año, rompe las relaciones diplomáticas y consulares con Cuba y al siguiente mes, decide el embargo total al comercio con Cuba (Ley de Asistencia el Exterior)
Según el trabajo de las bibliotecarias cubanas Vilma Ponce y Nuria Pérez “Incidencia del bloqueo del gobierno de los Estados Unidos en las bibliotecas cubanas” [2], de 2005, en ese momento existían un total de 15 leyes (restricciones y/o prohibiciones) con respecto al comercio libre entre Estados Unidos y Cuba, y cito:
1. Ley publica 86-592
2. Ley de asistencia exterior de 1961
3. Ley de asistencia exterior de 1962
4. Proclama presidencial 3447: Fue emitida por el Presidente John Kennedy el 6 de febrero de 1962 en virtud de la autoridad legal que le fuera conferida por la Sección 620 (a) de la Ley de Asistencia Exterior de 1961.Decretó un bloqueo generalizado sobre todo el comercio con Cuba. Frecuentemente se hace referencia a esta acción como la que inició el bloqueo cuando en realidad con la misma el Presidente Kennedy lo que hizo fue expandirlo y englobar en una acción presidencial todas las medidas que se habían venido adoptando contra Cuba desde 1959. La Proclama 3447 entró en vigor el 7 de Febrero/1962. (27 FR 1085)
5. Ley de comercio con el enemigo de 1917.
6. Regulaciones para el control de activos cubanos (28 fr 6974; 31cfr part. 515)
7. Ley pública 88-205
8. Ley de administración de exportaciones de 1979
9. Ley pública 99-198 de 1985 (stat. 1354, 1444 (1985)
10. Ley de asignaciones suplementarias de emergencia de 1990
11. Acta para la democracia cubana (ley Torricelli)
12. Ley para la libertad y la solidaridad democrática cubana (Ley Helms-Burton)
13. Ley de asignaciones para el presupuesto de 1999
14. Ley para la reforma de sanciones al comercio del 2000
15. Ley para la protección de la violencia y las victimas del terrorismo del 2000
Pero de todas estas leyes ninguna ha lacerado y perjudicado tanto a la familia cubana, como la llamada Ley de Ajuste Cubano, un verdadero incubo diabólico, creado en lo más vil de las entrañas del monstruo imperialista. Esta ley que concede prioridades a los cubanos, no es más que el motor impulsor de la migración ilegal hacia Estados Unidos. ¿Ha establecido alguno de los apologistas del imperio un estudio analítico, comparativo, de los privilegios que otorga esta Ley migratoria a los cubanos, en detrimento de la migración que llega a Estados Unidos desde México y otros países y que arriban por las más disímiles vías?¿La diferencia, digamos por ejemplo, entre los espaldas mojadas y los beneficiados por la llamada ley de pies secos, pies mojados?
Veamos algunos de los regalos que ofrece el imperio a los cubanos que decidan desertar del proyecto revolucionario, a través de dicha Ley de Ajuste Cubano, legalizada el 2 de noviembre de 1966 por el presidente Lindon B. Johnson:
Cualquier cubano que arribe a Estados Unidos, por cualquier vía y mientras más truculento sea el método utilizado mejor, en particular por vías ilegales, obtiene inmediatamente beneficios tales como el reconocimiento de su presencia legal en el territorio, facilidades para ser empleado y el acceso a distintas prestaciones sociales. Y si reside en las tierras norteñas durante un año y un día (se inicio con un período de dos años, pero les pareció “demasiado”, al parecer…) puede recibir del Fiscal General la condición de Residente Permanente en Estados Unidos…
“A tenor de esta Ley, Estados Unidos manipula sistemáticamente el otorgamiento de la condición de refugiado, al concederla de modo automático a cada cubano que arriba a su territorio. Se califica como refugiado prima facie a persona cuya motivación para emigrar es totalmente económica”, podemos leer en la página de la embajada cubana en los Países Bajos [3]. “La Ley de Ajuste Cubano, permite a los cubanos al llegar a los Estados Unidos recibir de forma inmediata y automática permiso de trabajo, prescindir de la prestación de una declaración jurada de manutención (AFFIDAVIT OF SUPPORT) para recibir su residencia legal, obtener un número de seguridad social, beneficios públicos de alimentación y alojamiento, ajustar su situación migratoria sin necesidad de ir a su país de origen a recibirla -como ocurre con solicitantes de otras nacionalidades-, sin necesitar abogados, ni incurrir en gastos para obtener el beneficio de la residencia permanente” .
Si a todo esto agregamos la profusa propaganda imperial del “American way of life” y el “American Dream”, no era raro escuchar el chiste de que en “el Norte”, el dinero crecía en plantas y se recogía en las aceras… tras ese sueño partieron muchos… y muchos perdieron la vida… “El gobierno de Estados Unidos […] promovió las salidas ilegales del país a través de una profusa propaganda de los "beneficios" que encontrarían los habitantes de la isla al emigrar irregularmente a Estados Unidos. Los propios servicios oficiales de radio y televisión, cuya programación anticubana es financiada y controlada por las autoridades estadounidenses, han servido de aliento a la emigración ilegal de la isla. Han presentado a brutales y asesinos secuestradores de embarcaciones y aeronaves como héroes y ocultan los peligros reales que acechan a aquellos que viajan a Estados Unidos en frágiles embarcaciones”. [4]
“Los emigrados cubanos en cambio, son exiliados que huyen de lo que se identifica como régimen castrista. En el primer caso las informaciones jamás mencionan el nombre del presidente del país de origen, ni culpabilizan al régimen político o económico vigente: el capitalismo latinoamericano, de un fenómeno en muchos casos dramáticos. En el caso de Cuba, si embargo, es sistemática la mención del nombre de su presidente y la culpabilización al sistema socialista cubano del fenómeno migratorio”. De nuevo nos remitimos al video-blog de Subit Lamí: “La emigración cubana es uno de los grandes capítulos de la manipulación informativa sobre Cuba. Para los grandes medios, “los espaldas mojadas” de México o “los balseros” de la República Dominicana o Haití que tratan de llegar a Estados Unidos, son emigrantes económicos en busca del “sueño americano. Los emigrados cubanos en cambio, son exiliados que huyen de lo que se identifica como régimen castrista. En el primer caso las informaciones jamás mencionan el nombre del presidente del país de origen, ni culpabilizan al régimen político o económico vigente: el capitalismo latinoamericano, de un fenómeno en muchos casos dramáticos. En el caso de Cuba, si embargo, es sistemática la mención del nombre de su presidente y la culpabilización al sistema socialista cubano del fenómeno migratorio”.
Hasta aquí, hemos ido conociendo los cebos que van colocándose en el camino de los cubanos para incitarlos a la salida ilegal del país, salida “cómoda” teniendo en cuenta el enfrentamiento diario del pueblo cubano a carencias y limitaciones provocadas en su mayoría justamente por las restricciones provocadas por el bloqueo norteamericano. No podemos olvidar, por su carga de dolor, el peligroso componente de tráfico ilegal de personas, organizado y financiado por grupos de cubano-norteamericanos del sur de la Florida, el riesgo de vidas humanas envueltas en tales procedimientos: muy recientemente se dio a conocer el caso de cerca de quince cubanos torturados por el incumplimiento de pago de los onerosos costos de ese traslado ilegal [5]
En una apretada síntesis, pudiéramos entonces decir: en un ambiente de sublimación del estatus social y económico que “espera” a los animados al proceso migratorio, y ante la imposibilidad de obtener visados en la Oficina de Intereses, se produce un flujo ilegal apoyado por esta suerte de mercado humano que ofrece fuertes dividendos a los traficantes de personas –algunos estudios señalan a la Fundación Nacional Cubano Americana como involucrada en estos hechos [6]. Repetimos: un punto muy importante a tener en cuenta en este flujo ilegal es que, mayoritariamente son individuos que no calificaron al solicitar visas de inmigrantes en la Oficina de Intereses Norteamericana.
Sobre el tema de la emigración cubana expone Salim Lamrani, profesor, escritor y periodista francés:
“La intoxicación mediática para con la problemática cubana es tan eficaz que ha contaminado incluso los sectores más progresistas del mundo desarrollado. […] “El argumento migratorio se utiliza muchas veces para estigmatizar el proceso revolucionario cubano. Según la versión dominante, el número ‘elevado’ de cubanos que han emigrado hacia los Estados Unidos constituye una prueba de la falta de legitimidad del gobierno de La Habana” […] “La prensa internacional evita analizar de manera minuciosa y detallada la emigración cubana hacia los Estados Unidos. Teme sin duda, y con razón, que las conclusiones sacadas a partir de los datos de los servicios de emigración estadounidenses contradigan, de la manera más implacable que sea, su famoso postulado y revelen claramente su carácter engañoso e ideológico”.
“No sería sorprendente descubrir que el año 1993 fuera sinónimo de emigración masiva hacia los Estados Unidos, visto las condiciones económicas y geopolíticas que Cuba tuvo que afrentar [Esta fecha representa el peor momento del periodo especial] Pero, fue al contrario. En efecto, Cuba emitió sólo 13 mil 666 emigrantes en 1993 menos que Canadá con 17 mil 156, Jamaica con 17 mil 241, El Salvador con 26 mil 818- o sea dos veces más - República Dominicana con 45 mil 420- o sea tres veces más - y México con 126 il 561, o sea cerca de diez veces más. Así, en 1993, Cuba no ocupó más que el sexto rango de las naciones americanas emisoras de emigrantes”.
“En cuanto a 1994, la fecha es importante en la medida en que fue marcada por la gran ola de balseros. La prensa internacional mediatizó y politizó muchísimo esos eventos que daba la impresión de que toda la población quería marcharse de la Isla. ¿Cuál fue la realidad? En 1994, Cuba sólo observó 14 mil 727 salidas detrás de Canadá con 16 mil 068 salidas, el Salvador con 17 mil 644 salidas, República Dominicana con 51 mil 189 emigrantes - o sea tres veces más - y México con 111 mil 398 salidas. Cuba se situaba sólo en quinta posición de los países americanos en términos de emisión migratoria hacia los Estados Unidos”.
“Curiosamente, la problemática migratoria nunca se ha politizado para las demás naciones. Por ejemplo, para el año 2003, El Salvador, un país que cuenta una población dos veces inferior (5,75 millones de habitantes) a la de Cuba (11,2 millones), emitió tres veces más emigrantes hacia los Estados Unidos que este país. Sin embargo, nadie jamás ha utilizado este hecho para calificar al régimen político de El Salvador como un régimen totalitario.
De la misma manera, República Dominicana observó salidas tres veces superiores hacia los Estados Unidos que Cuba, mientras que sólo tiene 8,5 millones de habitantes. Jamaica que tiene no más que 2,6 millones de habitantes, o sea una población cuatro veces inferior a la de Cuba, emitió más emigrantes hacia Estados Unidos que Cuba. Haití, cuya población se eleva apenas a 6,8 millones de habitantes, o sea dos veces inferior a la de Cuba, produjo más emigración hacia Estados Unidos que la Mayor de las Antillas. Además, estas naciones no disponen de ninguna ley de ajuste y no sufren sanciones económicas. No obstante, nadie se ha atrevido a utilizar semejante argumento para calificar a las autoridades de esos países de regímenes dictatoriales”. [7]
Ahora hablemos un poco del permiso de salida del país: la muy llevada y traída tarjeta blanca:
“Al triunfo de la Revolución se produjo un cambio cualitativo del fenómeno migratorio cubano, debido a la utilización de la emigración cubana como la base social de la contrarrevolución, lo que unido a la estimulación de las salidas ilegales, el establecimiento de centros de refugiados con programas preferenciales y la limitación en la expedición de visas, politizó, en alto grado, la actividad migratoria.
Por ello, desde los primeros meses del año 1959, el gobierno revolucionario se vio obligado a imprimir un carácter defensivo a la actividad migratoria, estableciendo en la práctica un permiso de salida en interés de evitar que personas comprometidas con el régimen anterior y criminales, tratasen de abandonar el territorio nacional, aprovechándose de las facilidades migratorias vigentes. La situación imperante en estos años iniciales de la Revolución impuso la diferenciación de categorías de personas según las motivaciones de viaje, surgiendo dos sistemas de trabajo, el de asuntos oficiales, para los viajes de interés estatal y el de asuntos particulares, para los viajes de interés personal.
En estas circunstancias, dentro del sistema de asuntos particulares, es la emigración la figura migratoria de mayor incidencia y que tuvo en esta primera etapa revolucionaria una carga política significativa”. [8]
Citamos estas palabras de El Duende en Radio Miami, de Max Lesnik:
“Si alguna vez tuvo razón de ser dicha regulación, lo cierto es que en la actualidad no la tiene y causa al gobierno cubano mas perjuicios que beneficios. Me refiero en cuanto a la imagen pública negativa de Cuba que se proyecta en los medios de comunicación del exterior. Sin embargo hay algo que no se dice. Y es que la salida de los ciudadanos cubanos al extranjero estaba regulada desde mucho antes de la Revolución por un “Permiso” que había que obtener en la Secretaría de Estado del gobierno cubano.
Cualquiera que tenga a mano un viejo Pasaporte cubano de antes del primero de Enero de 1959, verá que en una de sus páginas azules tiene un cuño oficial que dice : “Permiso de Viaje al Extranjero”. Lleva la fecha de su otorgamiento y la firma de un funcionario de la Secretaría de Estado de Cuba . Quien no tuviera en su pasaporte el cuño con su permiso de salida, no podía viajar al extranjero desde un puerto o aeropuerto del país" [9]
Y para concluir, citamos las palabras de nuestro Presidente, demostrativas de que se estudia profundamente los cambios y ajustes que realiza el estado cubano, acorde al paso de estor tiempos:
“Coincidimos con quienes han alertado sobre el exceso de prohibiciones y medidas legales, que hacen más daño que beneficio. La mayoría pudiéramos decir que fueron correctas y justas en su momento, pero no pocas de ellas han sido superadas por la vida y detrás de cada prohibición incorrecta, búsquese un buen número de ilegalidades”. […] “También se analizan decisiones dirigidas a la paulatina solución de diversos problemas en la educación, la salud, el transporte, la vivienda, la recreación, por sólo mencionar algunos de los temas acuciantes, parte de los cuales podrán resolverse o al menos mejorarse en plazos razonables, sobre todo aquellos originados por causas de carácter subjetivo”. [10]
Tenemos la absoluta seguridad y confianza que el Gobierno revolucionario, sin presiones externas, sin chantajes de ningún tipo, sin ingerencia extranjera, llevará a vías de hecho aquellas regulaciones y ajustes en nuestra legislación que considere necesarias por que, como dijera nuestro Comandante en Jefe:
“Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas. Revolución es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo”.
fuente- kaos en la red