Ulises Ruiz Ortiz
La felicidad con la que Ulises Ruiz presidió la mesa a la que se sentaron Beatriz Paredes, Manlio Fabio Beltrones, Francisco Rojas y seis gobernadores, además de diputados y senadores, poco antes de que rindiera protesta como candidato Eviel Pérez Magaña, evidenció la necesidad que tiene el todavía gobernador de presencias que desvíen la mirada de su persona, que hagan olvidar, al menos por unos minutos, que es conocido en Oaxaca y en el país por sus altos niveles de corrupción, por un autoritarismo, por un gobierno represor y por mantener a esta entidad sumida en el último lugar nacional en la mayoría de los indicadores.
Quien se iba a acordar, al menos en esa mesa y en esa soleada mañana de abril, que Oaxaca es el estado con mayor número de pobres, el estado con el mayor número de muertes de niños por enfermedades perfectamente curables, el estado con mayor número de mujeres y hombres que no saben leer ni escribir, la entidad con el mayor número de cabeceras municipales sin pavimento, sin servicio de teléfono, sin servicios de salud y medicinas.
Quien podría recordar en ese momento, en el que todas las miradas estaban depositadas en el personaje que, de ganar las elecciones, garantizaría la impunidad de Ulises, que hay municipios enteros en los que no existe un solo profesionista, en donde las escuelas tienen paredes de carrizo y pisos de tierra, en donde los alumnos deben sentarse sobre piedras por la falta de mesabancos.
El todavía gobernador estaba feliz. Feliz de estar lejos de todos aquellos a los que nunca conoció y a quienes tanto quedó a deber, pero cerca de sus compañeros de partido, esos que tampoco ignoran que compartían la mesa de un gobernador que poco o nada hizo por su gente, pero que se ocupaba esa soleada mañana de abril de que no faltara en esa mesa café, tasajo, queso, pan, trayudas y todo lo que hacía falta para agasajar a tan distinguidas personalidades.
Claro que Ulises no ignora que su estado está sumido en la pobreza, pero si eso no le importó en seis años de gobierno, menos le iba a importar ese domingo en el que todos los invitados a la toma de protesta de Eviel le permitían pasar casi desapercibido, que le permitieron soñar que nadie va a recordar a uno de los gobernadores más identificados con la corrupción, la represión, el mal manejo de los recursos públicos, con las prácticas más abyectas de la política electoral, con la antidemocracia y la violación de los derechos humanos.
JUICIO POLÍTICO
ESTÁ PENDIENTE
Ulises disfrutaba de ese domingo en el que ninguno de sus invitados parecía recordar que tiene un juicio político pendiente en el Congreso del estado de Oaxaca. Juicio político que deriva de unasentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación porque, como siempre, utilizó ilegalmente recursos públicos.
Se trata de una sentencia inatacable, como bien sabe cualquier persona medianamente enterada, pero a la que cínicamente Ulises intentó recurrir ante el mismo Tribunal. Por supuesto que el Tribunal desechó, como era obvio, su petición. Le reiteró que está obligado a acatar la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, de ser sujeto a un procedimiento de juicio político en el Congreso del estado.
Oculto entre tanta gente, Ulises soñaba con eliminar de un plumazo la recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, quien lo señala como el único gobernador que viola esos derechos, a quien responsabiliza de la tragedia que fue para Oaxaca un asunto magisterial que se le fue de las manos y que reventó al turismo, fuente importante de ingresos para esta entidad.
A unos días de que inicien las campañas, Ulises quiere que todos olviden quién es, que nadie recuerde su paso por el gobierno del estado, que se desvanezcan como por arte de magia todas las pruebas de las irregularidades que ha cometido en estos seis años de gobierno y en los que lleva dentro de la política nacional.
Quiere que todo parezca un mal sueño, una pesadilla. Finalmente eso es, una tragedia de gobierno. No creemos que la gente olvide fácilmente, aunque la maquinaria electoral del PRI así lo intente a golpe de materiales para construcción, de colchonetas orinadas, como las que repartieron los entonces candidatos a diputados federales por Oaxaca, el dinero en efectivo para comprar los votos o las amenazas y la violencia, que ya patentó Ulises.
No creemos que la gente olvide, esperamos que la gente no olvide.
MUCHAS INQUIETUDES
POR OAXACA...
El interés que han mostrado los priístas en Oaxaca no es para obviarse. Está claro que la confianza mostrada no se corresponde con las inquietudes que han expresado en corto actores relevantes de la dirigencia tricolor. Saben que no está fácil conservar Oaxaca, saben que PAN,PRD,PT y Convergencia van a meterse con todo en la entidad y que eso pone en riesgo la estrategia tradicional del PRI y del propio Ulises para hacer campaña e imponer candidatos.
Ya hemos hablado extensamente de lo que representa Oaxaca, por historia y número de votos, por recursos naturales, por su arte y su gente. Todo eso le representa a los partidos un objetivo por demás atractivo. Por eso, creemos, que no será sencillo que se vuelva a imponer el tricolor. Por eso creemos que hay otros que tienen oportunidad, incluyendo a los propios oaxaqueños. Oportunidad de cambiar, de intentar otras opciones, de buscar caminos diferentes, de no repetir los errores de los últimos 80 años.
Hace mucho tiempo que nada bueno sucede en Oaxaca, hace meses que de lo que se habla es del desastre económico y social en que se encuentran los oaxaqueños y hace mucho tiempo que no tenían una oportunidad tan clara de darle vuelta a la historia, de rebelarse contra lo que parece inevitable, para decidir, para que no vuelvan a imponerse quienes se sienten dueños no solo del estado, sino de el país entero. Lo que pasa, han dicho algunos, no es producto de la fatalidad, es resultado de políticas equivocadas, de necedades e incompetencias.
Como nunca, los vientos de cambio pasan por Oaxaca.
LA ECONOMÍA, LA SOCIEDAD
Y LOS ALFILERES
Mientras, en el país, la situación económica se encuentra colgada de alfileres, ya que la crisis económica dejó un retroceso del 6.9 por ciento en el año 2009, y el poder adquisitivo de los trabajadores ha disminuido 42.7 por ciento en tan solo tres años de la actual administración federal.
La tasa de desempleo ronda el 5 por ciento de la población económicamente activa, es decir, 2.5 millones de personas se encuentran sin empleo, prueba de ello son un millón 161 mil solicitudes de mexicanos que pidieron retirar sus ahorros de las AFORES durante el año 2009.
La generación de plazas de trabajo es nula comparada con el millón 250 mil mexicanos que anualmente demandan oportunidades para poder llevar el diario sustento a sus familias.
Por si fuera poco, la inflación que se estimó para 2010 entre 3 y 3.5 por ciento, cambiaron y hoy nos amenazan con que llegarán a 5.28 por ciento . Además, con los incrementos a los combustibles que se han detectado en los últimos tres meses, los fletes se vieron incrementados en un 30 por ciento, lo que empuja al alza los precios de los bienes y servicios que se consumen en el país.
Nos hablaron de un Plan de Austeridad, pero en realidad fue una explosión de empleos para los amigos del gobierno panista. Con esa supuesta austeridad, ha creado 17 mil 298 plazas para altos funcionarios, de los que 69 son subsecretarios, 995 son directores generales y el crecimiento del gasto ronda los cien mil millones de pesos
por año.
Y por si fuera poco, no existe un sólo factor objetivo que permita prever que México crecerá este año por arriba del cuatro por ciento. No obstante permítame recordarle que, en medio de todo este desastre hay espacios, como este que generosamente usted revisa cada semana, en los que tratamos de poner las cosas en perspectiva y compartir opiniones que se enriquecen, siempre, con las de usted. Salud y gracias.
fuente- el correo de oaxaca
1 comentario:
Sólo un México ciego olvidaría.
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