Vivimos épocas difíciles para los pueblos del mundo; existen “pensadores” que adjudican la escasez al exceso de habitantes en el planeta. Estos conceptos vienen cogiendo cada día más fuerza axiomática entre los que formulan las teorías que rigen al mundo. Peor aun muchos “científicos”, basados en modelos numéricos, ya han dado la extremaunción al planeta, y ahora pretenden hacer “ajustes” que les den a ellos la seguridad de prevalecer como representantes de nuestra especie.
A los países pobres nos culpan de no poder gozar de mejores estadios de progreso debido al exceso poblacional, y que para llegar a encontrar la senda del progreso debemos dejar de multiplicarnos y aumentar nuestra capacidad de vender mano de obra barata para el consumo sin limites de lo que ya ven como el centro del universo.
En este esquizofrénico modo de ver la realidad, los países que actúan en pro del bienestar de sus pueblos, y peor aun, son solidarios con otros pueblos, se convierten, según los “genios” de la escases, en una amenaza inminente (Clear and present danger) para sus intereses de seguridad nacional. En Latinoamérica la cuestión va por ese mismo rumbo; basta ver el Plan de Nación/Visión de País del Gobierno de Porfirio Lobo Sosa, en Honduras, donde la condición para el desarrollo esta ligada a la transformación de la estructura demográfica del país.
Cuba ha sido un sinónimo de esperanza para la vida; lo que la convierte en uno de los objetivos centrales de la estrategia de agresión imperialista, en una fase del capitalismo en la que prefieren aniquilar pueblos enteros que reducir sus emisiones de gas, para combatir el cambio climático.
En esta locura maltusiana, los programas de solidaridad cubanos en todas partes del mundo para ayudar a elevar los niveles de salud, y con ello la esperanza de vida, de miles de pueblos resultan un problema central que necesita ser abordado con la celeridad de un rayo. Si bien esta no es la única razón, seguramente figura en la lista de motivos para aplicar la elaborada y costosa campaña contra Cuba,
Algunos factores persuaden, por el momento, a los yanquis de una intervención militar directa contra la tierra de Martí: uno de ellos, el mas solido, la existencia de nuevas generaciones en la isla que solo han vivido bajo el socialismo y que hasta la fecha no dieron motivos al imperio para pensar que las mismas serian el motor de una contra revolución fulminante en el país caribeño. Los estrategas imperiales entienden que su campaña de espejismos no ha funcionado en cinco décadas.
Los espejismos del capitalismo, tan bien utilizados en otras partes del mundo; como en Berlín, donde incluso las luces de los anuncios iluminaban por igual el cielo de las dos porciones de la capital germana. No ha sido suficiente atractivo para los miles de médicos cubanos en el exterior, el convivir con las “ventajas” del consumismo, donde los médicos son una clase privilegiada con alto poder adquisitivo y pocos valores.
El ejemplo de esta isla, a 90 millas del centro del universo, donde mas de 60 millones de seres humanos se encuentran en una lucha por la mera supervivencia, en condiciones desventajosas porque el sistema es así, resulta inconveniente y peligroso. Muchos piensan, entre los estrategas de la agresión, que el problema radica en la falta de acción de la oposición interna de la isla. Por eso han dedicado mucho tiempo y esfuerzo a reclutar una pequeña base de individuos que se dediquen a sabotear, en todas las formas posibles, la estabilidad de la sociedad cubana. El objetivo es provocar incidentes de envergadura que den pie a la adopción de nuevas medidas contra el pueblo cubano.
Desde la bloguera, hasta el suicida, la campaña ha ido ganando intensidad, y las mentiras en los medios han subido de tono de una manera escandalosa. Parece que ni la bloguera, ni los suicidas, han entendido que ni al imperio ni a las damas de blanco les importa un bledo lo que a ellos les suceda, y, finalmente, ellos no son mas que “especímenes” desechables que su plan puede aceptar.
Aquí se ve a las claras que la consciencia no es parte de los argumentos que llevan adelante esta campaña de desprestigio contra la revolución cubana y su pueblo. Esta publicitada disposición de “morir por la libertad” de los suicidas, contrasta con la ignorada disposición de lucha y deseo de vida de patriotas hondureños que son asesinados sin ninguna consideración por el régimen fascista de Honduras.
Sin lugar a dudas esta es una pieza clave de la estrategia global del imperio para destruir las luchas emancipadoras en nuestro continente; pero no podemos ignorar que su propósito desestabilizador en la Cuba de hoy, se enfoca en limitar la capacidad de esta de generar conocimiento, generar ciencia, generar solidaridad, favorecer y celebrar la vida de su pueblo y de muchos otros. Además, pecado capital, sin involucrar miles de millones de dólares en ello.
La simple imposición de una visión hacia la sociedad distinta al egoísmo promovido como forma de alcanzar el éxito, hace de las acciones solidarias, un muy mal ejemplo que hay que eliminar, o, al menos, esconder del conocimiento de las mayorías alienadas en otras partes del mundo; algo en lo que cada día tienen menos éxitos.
Los intereses imperiales, se ven favorecidos por las actitudes timoratas del resto de pueblos del continente; las que no se producen por falta de voluntad de estos últimos, sino por la carencia de visión global de sus dirigentes, que se siguen desgastando en luchas innecesarias, a menos que existan agendas que la mayoría de los terrenales no entendemos. No se dan cuanta que la unidad alrededor de nuestros pueblos, es fundamentalmente la única opción que tenemos frente al adversario que hoy está más activo que nunca.
Hoy deberíamos estar más claros que nunca sobre el camino a seguir, pasando por la unidad, por la lucha de emancipación y la defensa incondicional de la revolución cubana, que tantos ejemplos de dignidad y desinterés nos ha dado a lo largo de medio siglo.
Es muy poco lo que podemos hacer para agradecer la inmensa solidaridad que nos ha brindado nuestra hermana del Caribe, entonces lo mínimo debería ser una movilización total y decidida, sin complejos ni temores. Muchos crecimos y seguimos dentro de la cautela, porque la derecha hizo de la mención de Cuba socialista un pecado imperdonable. Pero en eso nosotros somos cómplices, al adoptar cobardemente la defensa de nuestros principios; llega el momento de enfrentar el reto con la mas alta moral, y el orgullo de pararnos del lado de quienes han estado con nosotros por tanto tiempo, pasando desapercibidos, sin buscar notoriedad, únicamente enfocados en la vida.
Gracias hermanos cubanos, sepan que todos somos un pueblo, y que defenderemos su revolución que es nuestra.
fuente- kaos en la red
A los países pobres nos culpan de no poder gozar de mejores estadios de progreso debido al exceso poblacional, y que para llegar a encontrar la senda del progreso debemos dejar de multiplicarnos y aumentar nuestra capacidad de vender mano de obra barata para el consumo sin limites de lo que ya ven como el centro del universo.
En este esquizofrénico modo de ver la realidad, los países que actúan en pro del bienestar de sus pueblos, y peor aun, son solidarios con otros pueblos, se convierten, según los “genios” de la escases, en una amenaza inminente (Clear and present danger) para sus intereses de seguridad nacional. En Latinoamérica la cuestión va por ese mismo rumbo; basta ver el Plan de Nación/Visión de País del Gobierno de Porfirio Lobo Sosa, en Honduras, donde la condición para el desarrollo esta ligada a la transformación de la estructura demográfica del país.
Cuba ha sido un sinónimo de esperanza para la vida; lo que la convierte en uno de los objetivos centrales de la estrategia de agresión imperialista, en una fase del capitalismo en la que prefieren aniquilar pueblos enteros que reducir sus emisiones de gas, para combatir el cambio climático.
En esta locura maltusiana, los programas de solidaridad cubanos en todas partes del mundo para ayudar a elevar los niveles de salud, y con ello la esperanza de vida, de miles de pueblos resultan un problema central que necesita ser abordado con la celeridad de un rayo. Si bien esta no es la única razón, seguramente figura en la lista de motivos para aplicar la elaborada y costosa campaña contra Cuba,
Algunos factores persuaden, por el momento, a los yanquis de una intervención militar directa contra la tierra de Martí: uno de ellos, el mas solido, la existencia de nuevas generaciones en la isla que solo han vivido bajo el socialismo y que hasta la fecha no dieron motivos al imperio para pensar que las mismas serian el motor de una contra revolución fulminante en el país caribeño. Los estrategas imperiales entienden que su campaña de espejismos no ha funcionado en cinco décadas.
Los espejismos del capitalismo, tan bien utilizados en otras partes del mundo; como en Berlín, donde incluso las luces de los anuncios iluminaban por igual el cielo de las dos porciones de la capital germana. No ha sido suficiente atractivo para los miles de médicos cubanos en el exterior, el convivir con las “ventajas” del consumismo, donde los médicos son una clase privilegiada con alto poder adquisitivo y pocos valores.
El ejemplo de esta isla, a 90 millas del centro del universo, donde mas de 60 millones de seres humanos se encuentran en una lucha por la mera supervivencia, en condiciones desventajosas porque el sistema es así, resulta inconveniente y peligroso. Muchos piensan, entre los estrategas de la agresión, que el problema radica en la falta de acción de la oposición interna de la isla. Por eso han dedicado mucho tiempo y esfuerzo a reclutar una pequeña base de individuos que se dediquen a sabotear, en todas las formas posibles, la estabilidad de la sociedad cubana. El objetivo es provocar incidentes de envergadura que den pie a la adopción de nuevas medidas contra el pueblo cubano.
Desde la bloguera, hasta el suicida, la campaña ha ido ganando intensidad, y las mentiras en los medios han subido de tono de una manera escandalosa. Parece que ni la bloguera, ni los suicidas, han entendido que ni al imperio ni a las damas de blanco les importa un bledo lo que a ellos les suceda, y, finalmente, ellos no son mas que “especímenes” desechables que su plan puede aceptar.
Aquí se ve a las claras que la consciencia no es parte de los argumentos que llevan adelante esta campaña de desprestigio contra la revolución cubana y su pueblo. Esta publicitada disposición de “morir por la libertad” de los suicidas, contrasta con la ignorada disposición de lucha y deseo de vida de patriotas hondureños que son asesinados sin ninguna consideración por el régimen fascista de Honduras.
Sin lugar a dudas esta es una pieza clave de la estrategia global del imperio para destruir las luchas emancipadoras en nuestro continente; pero no podemos ignorar que su propósito desestabilizador en la Cuba de hoy, se enfoca en limitar la capacidad de esta de generar conocimiento, generar ciencia, generar solidaridad, favorecer y celebrar la vida de su pueblo y de muchos otros. Además, pecado capital, sin involucrar miles de millones de dólares en ello.
La simple imposición de una visión hacia la sociedad distinta al egoísmo promovido como forma de alcanzar el éxito, hace de las acciones solidarias, un muy mal ejemplo que hay que eliminar, o, al menos, esconder del conocimiento de las mayorías alienadas en otras partes del mundo; algo en lo que cada día tienen menos éxitos.
Los intereses imperiales, se ven favorecidos por las actitudes timoratas del resto de pueblos del continente; las que no se producen por falta de voluntad de estos últimos, sino por la carencia de visión global de sus dirigentes, que se siguen desgastando en luchas innecesarias, a menos que existan agendas que la mayoría de los terrenales no entendemos. No se dan cuanta que la unidad alrededor de nuestros pueblos, es fundamentalmente la única opción que tenemos frente al adversario que hoy está más activo que nunca.
Hoy deberíamos estar más claros que nunca sobre el camino a seguir, pasando por la unidad, por la lucha de emancipación y la defensa incondicional de la revolución cubana, que tantos ejemplos de dignidad y desinterés nos ha dado a lo largo de medio siglo.
Es muy poco lo que podemos hacer para agradecer la inmensa solidaridad que nos ha brindado nuestra hermana del Caribe, entonces lo mínimo debería ser una movilización total y decidida, sin complejos ni temores. Muchos crecimos y seguimos dentro de la cautela, porque la derecha hizo de la mención de Cuba socialista un pecado imperdonable. Pero en eso nosotros somos cómplices, al adoptar cobardemente la defensa de nuestros principios; llega el momento de enfrentar el reto con la mas alta moral, y el orgullo de pararnos del lado de quienes han estado con nosotros por tanto tiempo, pasando desapercibidos, sin buscar notoriedad, únicamente enfocados en la vida.
Gracias hermanos cubanos, sepan que todos somos un pueblo, y que defenderemos su revolución que es nuestra.
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