jueves, 11 de marzo de 2010

Un trinquetero encabezará al priismo en la próxima campaña electoral


De que magnitud será el cobro de facturas del PRI una vez que su dirigencia nacional, esa que pregona a los cuatro vientos su amplia experiencia política, se supo engañada por los panistas.

Hay quienes adelantan que esta afrenta fue la última palada de tierra a la iniciativa de reforma política y a la reforma laboral del gobierno calderonista y no es de extrañar que esta anunciada venganza tricolor se refleje en los procesos electorales de este año.

Ya lo había adelantado la dirigente del PRI, Beatriz Paredes, en su discurso con motivo de la 15 asamblea de la Confederación de Trabajadores de México. Allí advirtió que los panistas no van a contar con el tricolor si la iniciativa de reforma laboral pretende limitar o acabar con algunas de las conquistas del llamado movimiento obrero.

Y lo hizo también el coordinador de los senadores del tricolor, Manlio Fabio Beltrones, quien asegura que lo único que se prueba en toda esta telenovela de promesas incumplidas y traiciones es que el actual gobierno federal y su partido, además de mediocres,
son mentirosos.
Esto lo dijo luego de que la propia Beatriz Paredes tuviera que aceptar en su discurso con motivo de un aniversario más de su partido, que los panistas se la chamaquearon. Intentó justificarse diciendo que si los priístas han ido a los acuerdos ha sido por el bien del país, no por ingenuos.

Le recordó a Calderón que fue el PRI el que le permitió llegar a la Cámara de Diputados a rendir protesta como presidente cuando otros partidos no lo bajaban de espurio y que con ello se mantuvo la estabilidad política en el país, ¿y así nos pagas Felipe?, le reclamó Beatriz, más dolida por quedar evidenciada por un grupo de panistas a los que la tlaxcalteca no les reconoce la mínima experiencia.

Tanto las declaraciones de Manlio como las de Beatriz dejan en claro que el dolor que embarga a los priístas por este engaño va a tener repercusiones en el futuro próximo, pero paralelamente, habría que revisar las razones y los personajes involucrados en ese malogrado acuerdo.

Hay que decir, primero, que los priístas son los responsables directos de ese aumento de impuestos aprobado el pasado mes de diciembre. Podrán argumentar que el incremento fue menor que el que proponía Calderón, pero lo cierto es que los del tricolor votaron a favor de ese nuevo golpe a la economía de las familias, aunque se quieran vender como los defensores del pueblo.

Otro elemento a destacar es que, de acuerdo con lo dicho hasta ahora, fue el precandidato casi presidente, Enrique Peña Nieto, el que impulsó el acuerdo de aprobar nuevos y mayores impuestos a cambio de que no se hicieran alianzas en las elecciones del Estado de México que, por cierto, se llevarán a cabo hasta el 2011.

.¿A qué le teme Peña Nieto? Esa es quizá la pregunta más importante en todo este enredo político. Qué llevó al mexiquense a firmar un acuerdo con el PAN si todos los medios electrónicos lo califican como un político que controla su estado. ¿Será que este precandidato casi presidente no es tan bueno como dice la televisión? ¿será que los del PRI temen que el resultado de los siguientes procesos afecte su imagen hacia el 2012?

ÚLTIMO REDUCTO
DEL MADRACISMO...

Al menos así lo hizo sentir Ulises Ruiz al término de la ceremonia por el aniversario del PRI en Zapopan, Jalisco, el pasado jueves. ¡Ya verán como les va a ir en las elecciones! Les advirtió a panistas y perredistas Ulises, movido más por el dolor de la chamaqueada a ellos que se dicen expertos en las lides políticas, que por una convicción real respecto del resultado que, al menos en Oaxaca alcance su partido.

Ulises se veía enojado, más que convencido. Envalentonado en medio de tanto priísta y con su fiel escudero, Eviel, a su lado, Ulises aseguró a todo el que lo quiso escuchar que en Oaxaca lo tenía todo controlado, no como Beatriz, a quien un chamaquito como César Nava le vio la cara.

Aunque no pocos se preguntan ¿para qué tanto alarde estando, como aparentemente están, tan seguros?

Del otro lado es importante ver lo costoso que sería para el PAN y el PRD no ganar alguno de los estados en los que van en alianza. De entrada las dirigencias tendrían que irse, aunque eso sería lo de menos. Para sobrevivir, tienen que jugársela con todo. Aquí vale la pena recuperar otra parte de las declaraciones de Beltrones.

“La segunda mentira es que el Presidente de la República, Felipe Calderón y jefe del señor Cesar Nava, no estaba enterado de la existencia de un acuerdo que firmó el presidente del Partido Acción Nacional y su Secretario de Gobernación. Es una ingenuidad que nadie en sus cinco sentidos podría atender”.

Es cierto, César Nava no va al baño sin antes tener el permiso de Calderón. Esto quiere decir que con todo lo doloroso que puede ser aliarse con un partido que, al menos hace tres años, no lo reconocía como presidente. No se puede pensar que se trata de una mera aventura política. Cabe pensar que hicieron sus cálculos, que midieron al enemigo y que los resultados les hacen pensar que pueden competir contra el PRI en mejores condiciones si van juntos que si lo hacen cada uno por su cuenta.

Los panistas ya conocen lo que representa verse beneficiados por el voto útil y con toda seguridad lo van a aprovechar. Los priístas, a su vez, están resentidos en casi todos los estados debido a que el gobernador se empeña en poner a su candidato, sin importar que éste no cuente con los merecimientos y capacidad para el cargo.

Ahí está Durango, donde este capricho de Ismael Hernández Deras hizo que se fuera con la alianza PAN-PRD un priísta que a todas luces tiene mejores posibilidades de ganar que el candidato del gobernador.

Lo mismo sucede en Oaxaca. Por más que Ulises quiera, Eviel no pasa de ser buena gente, un hombre sencillo y amable, pero sin los méritos para gobernar. Habrá que ver si ese método de imponer por la fuerza le da resultados a Ulises. Habrá que ver si los oaxaqueños van a seguir agachando la cabeza y aprobar ciegamente lo que se les ordena.

Habrá que ver si Ulises somete a otros priístas que se sienten con mayores merecimientos para evitar una ruptura interna que abone el camino para Gabino Cué. Todo esto al margen de lo que vayan a hacer el gobierno y su partido, sumados al PRD, para tratar de gana r un estado tan significativo histórica y políticamente como Oaxaca.

Pensar que se van a quedar cruzados de brazos mientras Ulises mete las manos hasta los codos en el proceso, es muy poco probable. Estas van a ser, sin duda, las elecciones más vigiladas en la historia de Oaxaca, máxime conociendo la calaña de Ulises. Ya lo demostró hace seis años, aunque en ese momento contó con la complicidad de muchos priístas a los que en esos seis años agravió y puso en su contra.

CON ULISES NI
A LA ESQUINA

Varios de ellos lo han dicho abiertamente. No van con Ulises ni a la esquina. Otros lo dicen en corto. Se trata de personajes con representación y reconocimiento en muchas regiones del estado, que influyen en círculos
de decisión.

A esto debe sumarse que de las derrotas se aprende y que Gabino tiene aprendiendo los pasados seis años. También que los panistas y perredistas han revisado con cuidado el “método Ulises” para trampear elecciones. Sigue siendo el mismo de hace seis años. Aunque nadie descarta que al dinero y la amenaza, el todavía gobernador recurra a
la violencia.

En el estimado electoral que hacen para Oaxaca los partidos de la alianza, incluidos el PT y Convergencia, no se descarta que Ulises recurra a la violencia para mantener el control del estado. Especialista, como es, en el robo electoral, se espera que Ulises opte por reventar el proceso antes que aceptar la derrota.

De tal suerte que en el horizonte del próximo proceso electoral, los partidos de la alianza tienen contemplado que Ulises recurra al robo o quema de urnas, a pagarle a los representantes de casilla para que no se presenten y sus cargos los ocupen personas contratadas por él, además de acarrear gente de municipio en municipio, particularmente los más alejados, para meter tantos votos como sea posible.

Para todos es claro que Ulises, de "triunfar", no va a ganar las elecciones de manera honesta. Eso es imposible en una persona como él, que ha demostrado un día sí y otro también que el tema de la honestidad no se le da y que lo suyo, lo suyo, lo suyo, es el trinquete.

fuente- el correo de oaxaca

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