miércoles, 17 de marzo de 2010

Ulises, el todopoderoso, abre un frente más; ahora es Manlio Fabio Beltrones, su "víctima”

Manlio Fabio Beltrones

Manlio Fabio Beltrones

Todos los partidos están deseando que el debate en torno del llamado Acuerdo de Bucareli quede atrás. Nadie va a debatir con nadie. Ni Enrique Peña Nieto ni Beatriz Paredes ni César Nava. Ese tema contamina y como tal, es mejor desecharlo.

Sin embargo quien prestó atención a las decenas de declaraciones a favor y en contra al interior del PRI en este sainete, pudo percibir que la sutileza con la que se habían manejado las diferentes expre-siones del tricolor desapareció por momentos y los bandos se desprendieron de sus máscaras.

No escapó al observador atento ese intento de lavarse las manos que ensayó el coordinador de los senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones, quien en un comunicado aseguró que ninguno de los senadores del tricolor estuvo al tanto de la firma del multicitado documento.

Con énfasis inusitado, Beltrones lanzó casi a la medianoche, horas después de concluida la ceremonia de aniversario del PRI en Guadalajara –a la que por cierto el senador no asistió- un comunicado deslindando de cualquier responsabilidad a sus compañeros de bancada y exhibiendo el resbalón de Beatriz Paredes.

SERVILISMO
DE URO

La respuesta no tardó en llegar. El domingo siguiente, luego de la ceremonia en la que rindió protesta el candidato del tricolor al gobierno de Durango, el todavía gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, salió en defensa de Paredes Rangel y al ser interrogado sobre el comunicado de Manlio dijo que en el acuerdo que firmó la dirigente de su partido con César Nava participaron todos.

Por todos se refería a gobernadores, diputados y, por supuesto, senadores. Lo dijo con todas sus letras y a voz en cuello, para aclarar desde Durango que al menos él está del lado de Paredes Rangel, algo que, evidentemente, incomodó a Beltrones.

LA RESPUESTA NO
TARDARÁ EN LLEGAR

Así que no tarda mucho para que Ulises resienta un leve recargón político con epicentro en las oficinas de Xicoténcatl, esas que regentea el coordinador de los senadores del PRI. Se prevé que, como de costumbre, parezca una acción elaborada en una oficina ajena a Beltrones, podría que inclusive parta de alguna dependencia del gobierno federal, pero el lector atento no tendrá dificultad alguna para identificar la marca de Manlio.
No va a ser otra cosa que un pequeño estate quieto. Un mensaje para recordar que quien deja el poder en unos meses es Ulises, no Beltrones; para aclarar que hay políticos de grandes ligas y de los otros, que existen quienes establecen estrategias y quienes las obedecen, aunque haya que explicárselas varias veces a Ulises, como es evidentemente el caso del todavía gobernador.

La reacción de Ulises se asemeja a la de aquellos que saben que su destino ya no está en sus manos. Apoya a Peña Nieto y a Beatriz Paredes más por necesidad que por convicción. Sabe perfec-tamente que si llega a perder las elecciones en Oaxaca, cortas se le van a hacer las piernas para poner tierra de por medio.
No es difícil imaginar lo que le pasará al todavía gobernador en esa circunstancia. La lista de agravios es tan grande que le va a ser difícil cubrir todos los flancos. Van desde la ofensa y humillación personal a militantes priístas, hasta la persecución de políticos de signos distintos al tricolor.

Por no mencionar lo evidente. Que su administración no pasa una auditoría, por mínima y superflua que ésta sea. Hay que esperar, porque ya sabe lo que dicen los entendidos, que el plato que se toman los agraviados sabe mejor frío. Estará usted de acuerdo en que pocas cosas en la vida se disfrutan más que ver al prepotente tratando de buscar cobijo.

En fin, habrá que estar atento a la respuesta de Manlio Fabio Beltrones.

DEFENDER LO
INDEFENDIBLE

De otra parte, parece que los priístas contrataron a varios despachos de especialistas en el manejo de crisis luego del error de párvulos que cometió Beatriz Paredes, quienes le organizaron de inmediato una reunión con los expresidentes del PRI. La convocatoria que hizo Rafael Rodríguez Barrera fue para comer con la dirigente nacional del tricolor y firmar una carta en la que solo faltó escribir que no hay en el país nadie tan inteligente, bella y sensible como la tlaxcalteca.

Al final sólo se supo del encuentro que tuvo lugar en restaurante que tiene como adorno una vajilla con el rostro del príncipe Carlos. De la carta nada. Todos salieron con un folder amarillo bajo el brazo, pero nadie mostró el documento, quizá porque le faltaron firmas.

Otro de los consejos que le dieron a la dirigencia es marcar distancia de la puñalada que le clavaron a la economía popular el pasado mes de diciembre. Y es que a pesar de que lo nieguen, los priístas se comprometieron a aprobar nuevos impuestos a cambio de que los panistas no hicieran alianzas en el Estado de México.

Es cierto que la carta que ya enmicó Beatriz Paredes no establece por escrito ese detalle. Pero también es cierto que no van a encontrar a nadie que les crea que los panistas firmaron a cambio de nada.

No obstante la maquinaria publicitaria ya se echó a andar en todos los frentes, como fue el caso de Durango, donde el todavía gobernador se desgañitaba asegurando que fue el presidente Felipe Calderón el que promovió los impuestos. Claro que fue Calderón el que envió al Congreso esa iniciativa de Ley de Ingresos, pero al todavía gobernador se le olvidó que no podía ser aprobada sin los votos de los diputados del PRI.

Si no que lo digan los legisladores federales de Oaxaca, esos que en época de campaña ofrecieron defender al pueblo y que en la primera oportunidad traicionaron a sus simpatizantes para clavarles esa daga impositiva.

BEATRIZ QUIERE
SER RECORDADA

Ahora los priístas se avientan la puntada de querer hacernos creer que ellos son inocentes, que ellos nada tuvieron que ver. Bueno, el colmo fue el discurso de la propia Beatriz Paredes al clausurar el 13 Congreso Nacional Ordinario de la Confederación Obrera, Revolucionaria y Campesina.

“Si por algo quiero que se recuerde mi etapa al frente de la presidencia del partido, es porque es la etapa de reacercamiento del PRI con la clase trabajadora”, así, sin rubor, se expresó la flamante dirigente nacional del PRI, quien firmó un acuerdo para aprobar nuevos impuestos que, curiosamente a quienes afecta más es a quienes ella dice defender.
No faltó el que le dijera “quiéreme menos y trátame mejor”. Ella les respondió que “cuando alguien ha pretendido, en su confusión, confundir a los priístas y confundir a la opinión pública nacional, sobre de qué lado está el partido y cuál es la definición del partido, ¡no le busquen mucho, el partido está con los trabajadores!”.

Y por si fuera poco el cinismo, todavía les recetó un “¡no más alzas a la gasolina y al gas, que repercuten en el transporte público de los trabaja-dores!”, cuando fueron los diputados del partido que ella encabeza los que aprobaron esas alzas.

Sorprendidos ante lo que escucharon, todavía hay obreros que de verdad se quiebran la cabeza para justificar las expresiones de quien lidera a la bancada de verdugos que defendieron cualquier causa menos la de los trabajadores. Más aún cuando no faltó el palero que aplaudió y lanzó vivas a Paredes Rangel.

El caso es que esa maquinaria publicitaria ya empezó a pavimentarle el camino al tricolor para sacarlo del lodazal en el que está metido hasta el cogote. Esa maniobra le va a costar al PRI millones de dólares que, vista la urgencia para despercudir al partidazo y la cercanía de los procesos electorales del mes de julio bien vale la pena, claro, desde la perspectiva tricolor, que no va a reparar en gastos para salir lo mejor librado posible del sainete de Bucareli.

Ni qué decir que los panistas han colaborado para rescatar al PRI. Cosa de revisar las declaraciones del pobre César Nava, que da pena ajena, pero bueno, que con su pan se lo coman, aunque en esta resbaladilla de la política han jalado al PRD, cuya dirigencia no tiene idea del daño que le causaron a su partido

fuente- el correo de oaxaca

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