Oaxaca, México (Punto y Aparte).- Marcelino Coache Verano, ícono de la lucha que la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca ( APPO) inició en junio de 2006 en Oaxaca- días después del fallido desalojo contra el magisterio que para muchos sigue siendo un misterio operativo, ya que sirvió para cubrir la falta de votos que el gobernador, Ulises Ruiz Ortiz, había prometido a su amigo el candidato del PRI, Roberto Madrazo Pintado- fue víctima de hostigamiento, secuestro y tortura por parte de presuntos policías, logrando crear lo que es normal, el temor a ser desaparecido, tal como sucedió en mayo 25 de 2007, cuando policías estatales apoyados por militares y agentes federales, detuvieron en inmediaciones del barrio de la Soledad a Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, personas a las que el Ejército Popular Revolucionario ( EPR) reivindica como parte de su estructura, hasta hoy a cumplirse en mayo 2 años de su desaparición nadie informa de su paradero.Marce como le dicen sus compañeros, es un hombre de apenas un metro 50 centímetros, comprometido con la lucha, incansable, un insurgente de cara al pueblo, días antes había confiado a Punto y Aparte, que estaba siendo seguido por diferentes personas entre hombres y mujeres, “no me dejan solo para nada, pero es mejor porque así saben que andamos derechos, no traficamos, ni protegemos pederastas o robamos al pueblo”.Días después es secuestrado, amenazado y torturado por desconocidos a plena luz del día, es tanta la impunidad en Oaxaca que ya no esperan la noche para cometer sus actos deleznables, practican sus fechorías ante testigos, que es de esperarse, los grupos paramilitares, su objetivo es el de crear terror, fomentar el miedo, el temor como una forma de procurar heridas psicológicas, que repercutan en los familiares y sobre todo en el propio secuestrado, logrando así que el individuo secuestrado jamás vuelva a intentar confrontar al enemigo, es una práctica que fue usado en los años 60 y 70 en varios rincones de la tierra, en México se ha usado en los diversos gobiernos federales y estatales, con el único fin de romper líneas y crear desconcierto.La Guerra de Baja Intensidad (GPP), se ha robustecido en el país, sobre todo Oaxaca, con la compra de consciencias, después del 2006 el gobierno federal y sus agencias de inteligencia, se dieron cuenta que el avance de la tecnología ha permitido que más personas se enteren en pocos minutos, la lucha popular-magisterial, permitió entender el movimiento de las masas a través de un líder natural, que en este caso era Flavio Sosa junto con otros íconos de la APPO, algunos de ellos comprometidos con grupos de oposición, pero también con partidos políticos, que son y han sido satélites del gobierno en todas las luchas sociales en México. La APPO se fracturo y puso en peligro a sus integrantes, desde el momento en el que, algunos líderes,perfectamente identificados, pactaron con el gobierno y se convirtieron en intermediarios. Afortunadamente para Marcelino, fue liberado, gracias a que los testigos de su detención dieron aviso a la policía, - es lo curioso- la policía buscando a presuntos policías secuestradores, que es obvió actúan fuera de la ley por instrucciones de un alto funcionario, ningún policía trabaja sin órdenes precisas y en este caso, las instrucciones que recibieron fueron las de dejar marcado a Coache Verano, sobre todo porque se encuentra amenazado, él y sus familiares.La pregunta a todo esto sería ¿quién más sigue? El magisterio analiza la posibilidad de iniciar acciones para exigir al gobierno cesen las hostilidades en contra de luchadores sociales y periodistas, muchos de los cuales viven amenazados, seguidos, espiados y fotografiados en todo momento por agentes del Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional ( CISEN) y la Secretaría de la Defensa Nacional ( SEDENA). En México país que se jacta de ser baluarte de los derechos humanos, el terrorismo político sigue siendo usado como método de lucha “pacifica”.
fuente- punto y aparte
No hay comentarios:
Publicar un comentario