Dpa, Reuters, Afp y The IndependentGinebra, 23 de marzo
La organización Médicos por los Derechos Humanos (PHR) acusó hoy al ejército israelí de haber violado reiteradamente los principios éticos y de menospreciar la vida de los palestinos durante los 22 días de la reciente ofensiva en la franja de Gaza, mientras investigadores de la Organización de Naciones Unidas aseguraron que las violaciones incluyeron el uso de niños como escudos humanos.
PHR detalló que los soldados bloquearon en varias ocasiones el traslado de los heridos e impidieron el acceso de equipos médicos palestinos, lo que ocasionó que muchas personas murieran desangradas durante la ofensiva iniciada el pasado 27 de diciembre. Los soldados israelíes dejaron sin agua y alimento durante días a civiles que se encontraban sitiados por los combates, añadió.
Denunció que el ejército también atacó 34 centros de salud, donde 16 miembros del personal médico perdieron la vida y 25 resultaron heridos mientras realizaban tareas sanitarias, señaló la organización israelí.
De su lado, grupo de investigadores de las ONU, encabezados por la enviada especial para la protección de los niños en conflicto, Radhika Coomaraswamy, mencionó en un reporte enviado al Consejo de Derechos Humanos, una serie de incidentes que incluyen el uso de niños como escudos humanos, ataques a civiles y sus casas así como a escuelas e instalaciones médicas.
Como ejemplo destacó que el 15 de enero, en la zona de Tal al Hawa, en la ciudad de Gaza, los soldados obligaron a un niño de 11 años a caminar frente a a ellos durante varias horas mientras avanzaban a través del área, aun cuando habían recibido disparos.
A su vez, el relator especial de la ONU sobre la situación en los territorios palestinos, Richard Falk, elaboró un informe para el Consejo de Derechos Humanos en el que pide una investigación de expertos para determinar si, dado el contexto, era posible que los israelíes distinguieran entre objetivos militares y población civil.
Si esto no es posible, entonces, dijo, la ofensiva fue ilegal por naturaleza y constituyó un crimen de guerra de la mayor magnitud, tesis que fue criticada por el Departamento de Estado.
En Líbano, en tanto, un líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en ese país, Kamal Medhat, y tres de sus guardaespaldas murieron al estallar una bomba en momentos en que su convoy circulaba a la entrada del campo de refugiados palestinos de Mieh Mieh, a las afueras de la ciudad de Sidon.
Medhat, adjunto del representante de la organización palestina, salía del campo de Mieh Mieh donde se encontraba para tratar de calmar los ánimos después de la muerte, el sábado, de dos palestinos que aparentemente tenían una querella personal. El presidente palestino Mahmoud Abbas, condenó la muerte del dirigente como un acto de terrorismo.
En el ámbito político, el primer ministro israelí designado, Benjamin Netanyahu, firmó el acuerdo de coalición con el ultraortodoxo partido Shass, y ahora negocia con el partido Laborista
PHR detalló que los soldados bloquearon en varias ocasiones el traslado de los heridos e impidieron el acceso de equipos médicos palestinos, lo que ocasionó que muchas personas murieran desangradas durante la ofensiva iniciada el pasado 27 de diciembre. Los soldados israelíes dejaron sin agua y alimento durante días a civiles que se encontraban sitiados por los combates, añadió.
Denunció que el ejército también atacó 34 centros de salud, donde 16 miembros del personal médico perdieron la vida y 25 resultaron heridos mientras realizaban tareas sanitarias, señaló la organización israelí.
De su lado, grupo de investigadores de las ONU, encabezados por la enviada especial para la protección de los niños en conflicto, Radhika Coomaraswamy, mencionó en un reporte enviado al Consejo de Derechos Humanos, una serie de incidentes que incluyen el uso de niños como escudos humanos, ataques a civiles y sus casas así como a escuelas e instalaciones médicas.
Como ejemplo destacó que el 15 de enero, en la zona de Tal al Hawa, en la ciudad de Gaza, los soldados obligaron a un niño de 11 años a caminar frente a a ellos durante varias horas mientras avanzaban a través del área, aun cuando habían recibido disparos.
A su vez, el relator especial de la ONU sobre la situación en los territorios palestinos, Richard Falk, elaboró un informe para el Consejo de Derechos Humanos en el que pide una investigación de expertos para determinar si, dado el contexto, era posible que los israelíes distinguieran entre objetivos militares y población civil.
Si esto no es posible, entonces, dijo, la ofensiva fue ilegal por naturaleza y constituyó un crimen de guerra de la mayor magnitud, tesis que fue criticada por el Departamento de Estado.
En Líbano, en tanto, un líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en ese país, Kamal Medhat, y tres de sus guardaespaldas murieron al estallar una bomba en momentos en que su convoy circulaba a la entrada del campo de refugiados palestinos de Mieh Mieh, a las afueras de la ciudad de Sidon.
Medhat, adjunto del representante de la organización palestina, salía del campo de Mieh Mieh donde se encontraba para tratar de calmar los ánimos después de la muerte, el sábado, de dos palestinos que aparentemente tenían una querella personal. El presidente palestino Mahmoud Abbas, condenó la muerte del dirigente como un acto de terrorismo.
En el ámbito político, el primer ministro israelí designado, Benjamin Netanyahu, firmó el acuerdo de coalición con el ultraortodoxo partido Shass, y ahora negocia con el partido Laborista
fuente- la jornada
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