domingo, 13 de septiembre de 2009

El secuestro del avión en Cancún, un distractor

El secuestro del avión procedente de Cancún por un fanático religioso de origen boliviano, no es más que un distractor mediático de los problemas y sucesos realmente importantes que están ocurriendo en México, afirmó en entrevista especialista en seguridad pública de la Universidad de Guadalajara, Dante Haro.
El investigador de la División de Estudios Jurídicos de la UdeG dijo que este “extraño caso” no concuerda con otros secuestros aéreos de los que se tiene conocimiento ni el los procedimientos, ni en lo objetivos, ni en el perfil del secuestrador y mucho menos en las estrategias que las autoridades de seguridad toman para solucionarlos.
Mencionó que tanto el rapto como el rescate son atípicos, pues por lo general quien toma un avión hace uso de la violencia y atemoriza a los pasajeros con la finalidad de conseguir objetivos económicos, políticos e incluso religiosos.
Añadió que tampoco los procesos de liberación concuerdan, pues suelen hacerse con sigilo por células especiales de los cuerpos de seguridad con una negociación previa con el secuestrador, sin embargo desde antes que el avión tocara tierra, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública ya estaba en el aeropuerto y los medios de comunicación ya informaban sobre el suceso.
“Se está sobredimensionando el asunto. La manera en cómo sucedió nos hace pensar que se trata de un acto mediático para distraer a la gente de lo más importante: los problemas de inseguridad, económicos, el aumento en los impuestos, la desaparición de secretarías, etcétera”.
El jurista mencionó que los medios de comunicación, sobre todo las dos grandes televisoras están dando demasiada cobertura al hecho en todos sus programas, mientras que los asuntos coyunturales tienen apenas un espacio en sus bloques informativos.
Haro consideró que este también puede ser una manera en que el gobierno federal quiere atemorizar a al población. Al acercarse el aniversario del ataque a las torres gemelas y el pentágono en Estados Unidos, un pseudo secuestro es una buena manera para causar miedo.
“Con este pretexto es posible justificar un mayor poder para usar la fuerza contra quien el gobierno federal considere delincuentes y para detonar el aparato mediático del que pueden hacer uso”.

Guadalajara, Jal., 10 de septiembre de 2009
Texto: Mariana González
Fotografía: Internet
Edición de noticias: LCC Lupita Cárdenas Cuevas

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