domingo, 19 de diciembre de 2010

La Plusvalía, la Mercancía y el Trabajo II/III


Carlos Marx

El valor de la mercancía se expresa en el valor de uso y en el valor de cambio, en el primer proceso encontramos la transformación de la actividad productiva, mientras que el segundo presenciamos el intercambio de la mercancía en función de la oferta y la demanda.

La utilidad de una cosa hace de ella un valor de uso. Pero esa utilidad no flota por los aires. Está condicionada por las propiedades del cuerpo de la mercancía, y no existe al margen de ellas. El cuerpo mismo de la mercancía, tal como el hierro, trigo, diamante, etc., es pues un valor de uso o un bien. Este carácter suyo no depende de que la apropiación de sus propiedades útiles cueste al hombre mucho o poco trabajo. Al considerar los valores de uso se presupone siempre su carácter determinado cuantitativo, tal como docena de relojes, vara de lienzo, tonelada de hierro, etc. Los valores de uso de las mercancías proporcionan la materia para una disciplina especial, la merceología. El valor de uso se efectiviza únicamente en el uso o en el consumo. Los valores de uso constituyen el contenido material de la riqueza, sea cual fuere la forma social de ésta. En la forma de sociedad que hemos de examinar, son a la vez los portadores materiales del valor de cambio. (Marx, 43)

El proceso de transformación de la mercancía se expresa en la mutación de un valor de uso en un valor de cambio en donde interviene la ley de la oferta y la demanda, producto de la especulación del capital y las connotaciones fetichistas de la mercancía.

En la medida en que el proceso de intercambio transfiere mercancías de manos en las cuales sonno-valores de uso, a manos en las que sonvalores de uso, estamos ante unmetabolismo social. El producto de una modalidad útil de trabajo remplaza al de otra. Tan pronto como llega al lugar en que sirve como valor de uso, pasa de la esfera del intercambio mercantil a la del consumo. Aquí, es la primera la única que nos interesa. Por consiguiente, hemos de examinar el proceso total desde el punto de vista de la forma, y por tanto sólo elcambio de forma o la metamorfosis de las mercancíasa través del cual es mediado el metabolismo social. (Marx, 127 )

En la sociedad de consumo, bajo el modelo neoliberal la mercancía tiene una fuerte carga de fetiche, no hay valor de uso, su construcción obedece a los valores que se promueven por el uso superfluo de la mercancía, lo que impide que presente el desdoblamiento de la mercancía en capital, su infimo valor de transformación, es decir de uso, impide que forme parte del proceso productivo.

La concepción absolutamente defectuosa de este cambio formal obedece, dejando a un lado la poca claridad acerca del concepto mismo del valor, al hecho de que todo cambio formal deunamercancía se opera en el intercambio entredosmercancías, una de las cuales es corriente y la otra dineraria. Si nos atenemos tan sólo a ese aspecto material, al intercambio de mercancía por oro, perderemos de vista precisamente lo que debiéramos observar, esto es, lo que acontece con laforma. Pasaremos por alto que el oro, en cuanto simple mercancía, no es dinero, y que las demás mercancías, en sus precios, se remiten al oro como a supropia figura dineraria. (Marx, 127)

De esta manera en el uso del proceso productivo al adicionar a los valores cualitativos (destrezas laborales e intelectuales), constituyen el valor de la mercancía expresado en capital, las condiciones que se reproducen las mercancía en un mercado de hiperconsumo lleva necesariamente a la nula transformación de la naturaleza lo que sustituye el valor de uso por el diseño de la mercancía, lo que necesariamente construye un percepción de transformación social, mientras que la modificación del entorno se nulifica.

(…) dicho proceso suscita un desdoblamiento de la mercancía en mercancía y dinero, una antítesis externa en la que aquélla representa su antítesis inmanente de valor de uso y valor. En esa antítesis las mercancías se contraponen como valores de uso al dinero como valor de cambio. Por otra parte, ambos términos de la antítesis son mercancías, y por tanto unidades de valor de uso y valor. Pero esa unidad de elementos diferentes se representa inversamente en cada uno de los dos polos y refleja a la vez, por ende, la relación recíproca que media entre ambos. La mercancía es realmente valor de uso; su carácter de ser valor se pone de manifiesto sólo de manera ideal en el precio, que la refiere al término opuesto, al oro, como a su figura real de valor. El material áureo, a la inversa, sólo cuenta como concreción material del valor, como dinero. De ahí que realmente sea valor de cambio. Su valor de uso se pone de manifiesto únicamente de manera ideal en la serie de las expresiones relativas de valor, en la cual se refiere a las mercancías que se le contraponen, como al ámbito de sus figuras de uso reales. Estas formas antitéticas de las mercancías son las formas efectivas en que se mueve el proceso de su intercambio. (Marx, 127)

Bajo este principio de interacción entre capital y mercancía, podemos develar el origen de la crisis financiera mundial en la promoción del hiperconsumo, a partir del fetiche, lo que implica un constante crecimiento del consumo, pero no el desarrollo de las fuerzas productivas, lo que nos indica que la mercancía juega un papel de consolidación de la estabilidad del sistema financiero a través del consumo, pero es al mismo tiempo el instrumento de su destrucción.

Referencias

Marx, Carlos, El Capital Tomo I, Editorial Siglo XXI, España

http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital1/

fuente- kaos en la red mexico

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