Repudiar el ataque sufrido el viernes pasado por un alumno de sociología Darío Orrantía a manos de un grupo de federales y en busca de lograr la paz en esta frontera.
Los manifestantes, más de 2000 personas, arrancaron la simpatía de los juarenses, quienes desde sus vehículos accionaban los claxon de sus automóviles al ritmo de las consignas que gritaban los inconformes e incluso algunos sacaban los puños para expresar su apoyo; también los peatones aplaudían al paso del contingente.
La marcha inició a las 6:24 de la tarde en los terrenos de la mega bandera. Tras formar varias líneas y previa explicación de un código de colores, implementado para alertar a los asistentes por un posible ataque, el contingente tomó la Avenida Heroico Colegio Militar, los carriles de poniente a oriente, para comenzar a gritar arengas contra el gobierno del presidente de la República, Felipe Calderón y su política anti narcotráfico.
“Nos tienen miedo, porque no tenemos miedo”; “Darío vive, la lucha sigue”, “No que no, no que si, ya volvimos a salir”.
“Queremos repudiar los eventos que pasaron el 29 de octubre (fecha del ataque por la espalda al alumno de sociología José Darío Álvarez Orrantía); posicionarnos en contra de la militarización y de la presencia de la Policía Federal y buscar métodos para llegar a la paz”, señaló el representante de la Asociación Estudiantil Juarense, Fernando Sánchez Montello.
Esta agrupación se integró después del ataque de la PF a los estudiantes y está conformada por alumnos de las universidades autónomas de Ciudad Juárez y Chihuahua, así como el Instituto Tecnológico además de hacer enlace con la Universidad Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico.
En la primera hilera, los manifestantes llevaban una manta en la que se leía “El derecho de la rebelión es indispensable para romper los obstáculos que se oponen al derecho de luchar”. Más atrás del contingente los marchistas, algunos de ellos cubriéndose el rostro con pasamontañas donde se leían mensajes contra el capitalismo, cargaban otro consignas, como: “Ciudad Juárez levántate y anda”, “La autonomía de la UACJ muerta”, “Calderón hazle un bien a México, ¡renuncia”. Los participante también gritaban “Juárez, Juárez no es cuartel, fuera el Ejército”, “Darío aguanta, el pueblo se levanta” y para animarse “estudiar, aprender, para nunca chota ser”, sin tomar en cuenta que eran custodiados por varios agentes de la Dirección General de Tránsito Municipal, quienes se a bordo de motocicletas se adelantaban para cerrar la López a la circulación de los vehículos.
“Preferí venir aquí que ir al panteón… mis expectativas son que la marcha ayude, concientizar porque es más difícil esperar que se vayan los federales, pero si podemos concientizar”, Dijo Denisse Ortega quien cargaba un cartel con el nombre de un amigo de 25 años, Jorge Luis Enríquez Colación, asesinado por un comando armado que buscaba ultimar a un policía
“Es una guerra absurda entre ellos, en vez de ayudar creo que nos agreden como lo que pasó contra el compañero estudiante y sabemos que son corruptos y por ahí voces calladas dicen que están de parte de un cartel”, expresó un estudiante de arquitectura.
A la altura del Malecón los miembros del Comité de Seguridad dieron la primer alerta verbal, indicaron que en la calle Zempoala había un contingente de federales. Pero no levantaron la bandera roja, la cual significaba un peligro, como tiroteo o heridos y la instrucción de trasladarse en grupo al Hospital General; en su lugar prosiguieron con el color verde señalando que podían avanzar. El aviso resulto irreal.
Al llegar al cruce con Paseo Triunfo de la República, los inconformes recibieron las mayores muestras de simpatía de los juarenses, pues al unísono decenas de automovilistas accionaron los silbatos de sus unidades e incluso varios de ellos mostraron sus puños para expresar su apoyo.
Al darse cuenta, los participantes alentaron más a los ciudadanos gritando con fuerza “únete pueblo. Pueblo escucha, esta también es tu lucha” y “el pueblo consciente se une al contingente”.
En esa arteria, a la altura de Futurama Rio Grande, los universitarios se tiraron al piso para hacer una única representación del ataque que recibieron el viernes pasado. Esto luego de que los miembros del Comité de Seguridad, a bordo de bicicletas mostraron la bandera blanca, color que se había previsto para avisar de la presencia de los federales.
Al seguir avanzando, los manifestantes continuaron recibiendo el apoyo de los conductores al grado que improvisaron la consigna “el pueblo pitando, también esta apoyando”.
Unos metros antes de llegar a la calle Del Charro, los manifestantes cruzaron hacía su derecha para luego doblar en esa calle y llegar cerca de las 7:40 de la tarde a las instalaciones del Instituto de Arquitectura, Diseño y Arte (IADA), donde se realizo un mitin y luego se instaló un altar a la justicia, asesinada en Ciudad Juárez, indicaron.
Los manifestantes, más de 2000 personas, arrancaron la simpatía de los juarenses, quienes desde sus vehículos accionaban los claxon de sus automóviles al ritmo de las consignas que gritaban los inconformes e incluso algunos sacaban los puños para expresar su apoyo; también los peatones aplaudían al paso del contingente.
La marcha inició a las 6:24 de la tarde en los terrenos de la mega bandera. Tras formar varias líneas y previa explicación de un código de colores, implementado para alertar a los asistentes por un posible ataque, el contingente tomó la Avenida Heroico Colegio Militar, los carriles de poniente a oriente, para comenzar a gritar arengas contra el gobierno del presidente de la República, Felipe Calderón y su política anti narcotráfico.
“Nos tienen miedo, porque no tenemos miedo”; “Darío vive, la lucha sigue”, “No que no, no que si, ya volvimos a salir”.
“Queremos repudiar los eventos que pasaron el 29 de octubre (fecha del ataque por la espalda al alumno de sociología José Darío Álvarez Orrantía); posicionarnos en contra de la militarización y de la presencia de la Policía Federal y buscar métodos para llegar a la paz”, señaló el representante de la Asociación Estudiantil Juarense, Fernando Sánchez Montello.
Esta agrupación se integró después del ataque de la PF a los estudiantes y está conformada por alumnos de las universidades autónomas de Ciudad Juárez y Chihuahua, así como el Instituto Tecnológico además de hacer enlace con la Universidad Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico.
En la primera hilera, los manifestantes llevaban una manta en la que se leía “El derecho de la rebelión es indispensable para romper los obstáculos que se oponen al derecho de luchar”. Más atrás del contingente los marchistas, algunos de ellos cubriéndose el rostro con pasamontañas donde se leían mensajes contra el capitalismo, cargaban otro consignas, como: “Ciudad Juárez levántate y anda”, “La autonomía de la UACJ muerta”, “Calderón hazle un bien a México, ¡renuncia”. Los participante también gritaban “Juárez, Juárez no es cuartel, fuera el Ejército”, “Darío aguanta, el pueblo se levanta” y para animarse “estudiar, aprender, para nunca chota ser”, sin tomar en cuenta que eran custodiados por varios agentes de la Dirección General de Tránsito Municipal, quienes se a bordo de motocicletas se adelantaban para cerrar la López a la circulación de los vehículos.
“Preferí venir aquí que ir al panteón… mis expectativas son que la marcha ayude, concientizar porque es más difícil esperar que se vayan los federales, pero si podemos concientizar”, Dijo Denisse Ortega quien cargaba un cartel con el nombre de un amigo de 25 años, Jorge Luis Enríquez Colación, asesinado por un comando armado que buscaba ultimar a un policía
“Es una guerra absurda entre ellos, en vez de ayudar creo que nos agreden como lo que pasó contra el compañero estudiante y sabemos que son corruptos y por ahí voces calladas dicen que están de parte de un cartel”, expresó un estudiante de arquitectura.
A la altura del Malecón los miembros del Comité de Seguridad dieron la primer alerta verbal, indicaron que en la calle Zempoala había un contingente de federales. Pero no levantaron la bandera roja, la cual significaba un peligro, como tiroteo o heridos y la instrucción de trasladarse en grupo al Hospital General; en su lugar prosiguieron con el color verde señalando que podían avanzar. El aviso resulto irreal.
Al llegar al cruce con Paseo Triunfo de la República, los inconformes recibieron las mayores muestras de simpatía de los juarenses, pues al unísono decenas de automovilistas accionaron los silbatos de sus unidades e incluso varios de ellos mostraron sus puños para expresar su apoyo.
Al darse cuenta, los participantes alentaron más a los ciudadanos gritando con fuerza “únete pueblo. Pueblo escucha, esta también es tu lucha” y “el pueblo consciente se une al contingente”.
En esa arteria, a la altura de Futurama Rio Grande, los universitarios se tiraron al piso para hacer una única representación del ataque que recibieron el viernes pasado. Esto luego de que los miembros del Comité de Seguridad, a bordo de bicicletas mostraron la bandera blanca, color que se había previsto para avisar de la presencia de los federales.
Al seguir avanzando, los manifestantes continuaron recibiendo el apoyo de los conductores al grado que improvisaron la consigna “el pueblo pitando, también esta apoyando”.
Unos metros antes de llegar a la calle Del Charro, los manifestantes cruzaron hacía su derecha para luego doblar en esa calle y llegar cerca de las 7:40 de la tarde a las instalaciones del Instituto de Arquitectura, Diseño y Arte (IADA), donde se realizo un mitin y luego se instaló un altar a la justicia, asesinada en Ciudad Juárez, indicaron.
fuente- kaos en la red mexico
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