Electricistas y mineros firmarán un pacto para impulsar una “respuesta unitaria” ante lo que consideran el “fuego enemigo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS)”.
Esta unión es alentada por las recientes negociaciones del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) con el gobierno federal para obtener la toma de nota (reconocimiento gubernamental) al comité central de ese sindicato.
Ambos gremios enfrentan conflictos laborales. El SME se opone a la liquidación de trabajadores de Luz y Fuerza del Centro, extinta por decreto presidencial del 11 de octubre de 2009, con lo que más de 44 mil trabajadores perdieron su empleo.
El sindicato minero encabeza actualmente cuatro huelgas en diversas regiones del país y su líder, Napoleón Gómez Urrutia, vive en Canadá para evitar ser detenido, por acusaciones de supuesto fraude mediante un fideicomiso de ese gremio.
El conflicto más agudo es la huelga no reconocida de mineros de Cananea, quienes el 30 de julio próximo conmemoran tres años de este movimiento en contra del Grupo México, concesionario de esa mina de cobre.
En ese contexto, dirigentes de ambas organizaciones se reunieron ayer para diseñar un plan de acción conjunto que inicia con una caravana de trabajadores hacia Cananea, con el objetivo de unir fuerzas porque –dijeron– “lo que daña a uno, daña a todos”.
Además de apoyarse mutuamente en las acciones en defensa de contratos colectivos, así como impresión y distribución de información, no descartan la constitución de un nuevo frente nacional de sindicatos para promover alternativas laborales para electricistas y mineros.
Esta propuesta de trabajo unitario y “acción combativa”, precisó Humberto Montes de Oca, secretario del interior del SME, es necesaria para contrarrestar la ofensiva de nuestros enemigos.
El plan de acción incluye una campaña de denuncia para someter al “juicio obrero” a los dos personajes que califican como traidores y cobardes en sus respectivos sindicatos: Carlos Pavón, en mineros, y Alejandro Muñoz, en el de electricistas.
En el auditorio del SME, Sergio Barajas, secretario de actas del sindicato minero, leyó un mensaje de Gómez Urrutia. Sostuvo que el gobierno ha emprendido “agresiones perversas” contra los derechos humanos y laborales, situación inaudita que no se debe pasar por alto.
“Ninguna consideración justificaría que nos quedáramos impávidos o tranquilos ante esos criminales e ilegales acontecimientos, pues contemplar en calma un crimen es cometerlo. Y nosotros no queremos ser cómplices de estas grandes injusticias”, señaló.
Gómez Urrutia y el líder del SME, Martín Esparza, citaron los conflictos propios pero también los reclamos de los deudos de Pasta de Conchos, así como la muerte de niños en la guardería ABC, signos de la arrogancia del poder.
Por parte de los mineros acudieron al encuentro varios integrantes del comité ejecutivo nacional de ese gremio, dirigentes de las secciones en conflicto y el Frente de Mujeres en Lucha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario