El Cairo. Luego de 18 días de tensión en la Plaza Tahrir, los opositores estallaron en júbilo al conocer la dimisión del presidente Hosni Mubarak. Reuters
Tras 18 días de protestas en El Cairo contra el presidente Hosni Mubarak, el mandatario, con 30 años en el poder, dimitió un día después de haber ratificado que continuaría en el cargo hasta las elecciones en septiembre.
Reuters
Publicado: 11/02/2011 10:12
El Cairo. Hosni Mubarak renunció el viernes como presidente de Egipto después de 30 años de gobierno, pasando el poder a las fuerzas armadas y cediendo a la incesante presión popular luego de que se le evaporó el apoyo militar.
El vicepresidente Omar Suleiman dijo que un consejo militar se hará cargo de los asuntos de la nación más poblada del mundo árabe tras 18 días de inéditas manifestaciones que sacudieron a Egipto y salpicaron a otros países de Oriente Medio.
Elecciones presidenciales libres y justas están previstas para septiembre.
El ministro de Defensa de Egipto, Mohamed Hussein Tantawi, encabeza el Consejo Superior Militar después de la renuncia de Mubarak, informó una fuente castrense.
Un orador hizo el anuncio en la plaza Tahrir de El Cairo, donde cientos de miles de personas rompieron en lágrimas, celebraron y se abrazaron unos a otros cantando: "El pueblo ha derrocado al régimen".
Otros gritaban: "Allahu Akbar (Dios es grande)".
"Este es el mejor día de mi vida", dijo el activista de la oposición y premio Nobel de la Paz Mohamed ElBaradei, dando la bienvenida a un período de poder compartido entre la fuerza armada y el pueblo. Agregó a Reuters que no estaba en sus planes competir por la presidencia.
La caída de Mubarak, de 82 años, después de 18 días de protestas masivas sin precedentes contra su gobierno, fue un momento de victoria para el poder del pueblo.
Muy poco, muy tarde
El poderoso Ejército egipcio dio garantías el viernes más temprano de que las reformas democráticas prometidas se cumplirán, pero enojados manifestantes intensificaron el levantamiento contra Mubarak marchando hacia el palacio presidencial y atacando las oficinas de la televisión estatal.
Las garantías del Ejército fueron un esfuerzo por aliviar la peor crisis en la historia moderna de Egipto, pero también una clara señal de que quería que los manifestantes terminaran la revuelta que ha afectado la economía y sacudido a Oriente Medio.
Mubarak había prometido solamente que no se presentaría a una reelección en septiembre y que llevaría adelante las reformas hasta ese momento.
Esto no fue suficiente para muchos cientos de miles de manifestantes que salieron el viernes a la calle en varias ciudades del país árabe más influyente, hartos del alto desempleo, una élite corrupta y la represión policial.
Un enfrentamiento cada vez más enconado ha elevado temores de violencia en el país, un aliado clave de Estados Unidos en una región rica en petróleo donde la posibilidad de que el desorden se contagie a otros estados sacude a Occidente.
Keith Hembre, economista jefe de First American Funds, en Minneapolis, dijo que "no esperaría una repentina gran escalada en el mercado (de acciones) como resultado de esto. De nuevo es muy difícil argumentar que ha sido un factor significativo conteniendo el mercado".
"Potencialmente, podemos ver algún ajuste a la baja en los precios del petróleo, que han estado con cierta tendencia bajista aquí en el último par de días", agregó.
fuente- la jornada
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