Chavela Vargas en junio pasado, durante la presentación de un libro que presenta retratos de la intérprete. (Cuartoscuro)
Chavela Vargas Lizano falleció este domingo a los 93 años de edad como consecuencia de un padecimiento pulmonar.
La
cantante, que llegó de Costa Rica cuando tenía sólo 14 años, luego de
casi ocho décadas de vivir en México siempre estuvo atenta a las luchas y
los problemas sociales del país.
En su momento, la intérprete de
“Macorina” y “Paloma Negra” apoyó el levantamiento zapatista y a su
líder, el Subcomandante Marcos, a quien después calificó como un
“payaso”; la violencia en México, causada por el combate al
narcotráfico, la describió como un desastre, y recientemente, a sus 93
años, respaldó el movimiento estudiantil #YoSoy132.
Vargas Lizano
estuvo internada por una semana en un hospital en Cuernavaca, Morelos.
Su médico José Manuel Núñez García había reportado este sábado que la
intérprete se encontraba fatigada y que continuaba grave a causa de
siete patologías, entre ellas, hipertensión pulmonar severa,
insuficiencia cardiaca y falla renal crónica agudizada.
El 9 de
junio pasado, previo a las elecciones presidenciales, Chavela Vargas
dijo en referencia al #YoSoy132 –movimiento que cuestiona la equidad en
la campaña y el virtual triunfo del priista Enrique Peña Nieto– que la
juventud mexicana está llena de inquietudes.
"Se están manifestando, como siempre, gritando por lo de ellos, para que los entiendan. ¡Que digan qué pasa, que les hagan caso!
"La
juventud de ahora, maravillosa, llena de encantos e inquietudes por
todos lados, está esperando que le tiendan la mano para volar muy
pronto. La gente joven, mexicanos llenos de vida", mencionó
en entrevista con el diario Reforma.
La
cantante también apoyó el Movimiento por la Paz con Justicia y
Dignidad, que encabeza el poeta Javier Sicilia, y que ha exigido al
gobierno del presidente Felipe Calderón que la lucha anticrimen sea
modificada.
En noviembre de 2011, como parte del Día de Muertos,
estaba previsto que Vargas se sumara a un evento convocado este
movimiento en el Ángel de la Independencia, donde padres y madres de
hijos desaparecidos y asesinados durante la guerra contra el
narcotráfico se manifestaron, sin embargo, su estado de salud no se lo
permitió.
"Lo que más me duele es lo que pasa aquí, en mi México;
me duele mucho”, declaró en octubre de 2010, en relación a la violencia
desatada por el combate a los cárteles de la droga.
"Es un desastre todo; es espantoso", dijo ese año, días antes de ofrecer un concierto.
Durante un homenaje por 50 años de carrera artística, Chavela aseguró en octubre de 2006 que confiaba en México.
"México
ahora está dormido; dejen que despierte y verán ustedes el susto que
nos vamos a llevar", mencionó desde el Teatro de la Ciudad, en el
Distrito Federal.
El 15 de septiembre de 2003, la cantante celebró el Día de la Independencia con concierto desde el Carnegie Hall de Nueva York.
Días después reclamó que las autoridades culturales de México no apreciaran sus logros.
"Debuté
hace poco en el Carnegie Hall de Nueva York, ningún mexicano había
cantado antes en ese lugar, y no tuve de México ni una tarjeta, ni
siquiera felicitación.
“Su artista mexicana se presentaba en
Carnegie Hall y no recibí ni un saludo de los medios estatales de
cultura”, señaló entonces.
Como protesta a la invasión militar de
Estados Unidos a Irak, la artista mexicana canceló en marzo de 2003 una
presentación que tenía agentada el 24 de ese mes en el Kennedy Center de
Washington.
"Nosotros como defensores y representantes del
derecho, la libertad, la cooperación y el entendimiento entre los
pueblos, no podemos permanecer callados ante un hecho tan grave como es
la guerra", decía la nota que Vargas, junto a varios artistas
internacionales, firmaron al condenar la guerra contra la nación árabe.
Chavela,
quien al inicio del levantamiento zapatista en Chiapas apoyó al
Subcomandante Marcos, señaló años después, en noviembre de 2001, que el
líder de la guerrilla era un “payaso”.
"Lo admiraba mucho pero se
me cayó; ahora me parece un payaso (…) ahí está sentado comiendo tres
veces al día mientras los indígenas se mueren de hambre, era una ilusión
que yo tenía, pero no hace más que estar con el trapo enredado en la
cabeza y fume y fume, eso no sirve para nada", señaló en declaraciones
al Grupo Reforma.
fuente- ADN politico